Un grupo de arqueólogos colombianos encontraron 8 vasijas repletas de oro y joyas. Estaban cercanas a la ciudad de leyenda El Dorado. En el siglo XVI los indígenas caribeños trabajaban los metales con gran maestría. Los conquistadores se sorprendieron por el refinamiento con que lo hacían.
Las joyas y piedras preciosas se enterraron como ofrenda a dioses o antepasados.
Foto: Francisco Correa – National Geographic
La leyenda de la ciudad de El Dorado
Los objetos de oro y piedras preciosas eran comunes entre estos pueblos indígenas. Tal abundancia llamó tanto la atención y comenzó a gestarse una leyenda, la de El Dorado. Esta leyenda hablaba de una ciudad construida totalmente en oro escondida en la selva caribeña.
Una historia que los indígenas ayudaron a crear por medio de sus rituales. Un rey indígena arrojaba objetos de ese metal a una laguna sagrada. Se untaba el cuerpo con polvo de oro para luego darse un baño en dicha laguna.
Sin embargo, la mítica ciudad de El Dorado nunca fue hallada. Ni por los conquistadores españoles ni por otros exploradores o buscadores de tesoros a través de los siglos. Sin embargo, recientemente un grupo de arqueólogos colombianos descubrieron un tesoro muy valioso en la zona de El Dorado.
Las 8 vasijas son un tesoro muy valioso
Se trata de ocho vasijas de cerámica llenas de joyas, oro y esmeraldas. Se encontraron dentro de un templo y en las tumbas cercanas a él. Según los arqueólogos, el tesoro pertenecía al pueblo muisca, indígenas que habitaron el centro de Colombia. Más precisamente en el actual departamento de Santander, centro geográfico del país.
Foto: Francisco Correa – National Geographic
Los muiscas dominaron la zona desde el siglo VI y hasta la llegada de los españoles en 1530. Las vasijas, fabricadas por este pueblo, datan de unos 600 años. Ellos eran además formidables orfebres. Fueron los responsables de la creación de la leyenda de El Dorado.
El tesoro se encontró en una antigua ciudad muisca cerca de la capital del país, Bogotá. Según ellos, las vasijas eran ofrendarios para los muertos allí enterrados. Las excavaciones se llevaron a cabo durante el proceso de construcción de una nueva ruta nacional.
Dentro de los ofrendarios encontraron joyas con distintas formas. Algunas tienen forma de serpientes o de otros animales y otras parecen tocados y armas. También había numerosas esmeraldas. No es la primera vez que se descubre este tipo de vasijas de cerámica con joyas pertenecientes al pueblo muisca.
El pueblo muisca eran los indígenas que dominaban la zona
El pueblo muisca desapareció a causa de los combates con los conquistadores y las enfermedades adyacentes. Esto sucedió durante la conquista, entre 1537 y 1540. Sin embargo, a pesar del exterminio que sufrió, algunos muiscas sobreviven en la actualidad.
El pueblo muisca adoraba a una cantidad de dioses importante. Entre esos dioses se hallaban el sol y la luna. Como se dijo, eran excelentes orfebres, lo que llamó la atención de los conquistadores que quedaron sorprendidos por su arte.
No obstante, otra cosa que sorprendió a los españoles, es que no había minas de oro cercanas. Por esta razón, dedujeron correctamente que el oro era producto del comercio con otros pueblos amerindios.
