¿Cuántos sentidos crees que tenemos?
Vista, gusto, tacto, olfato y oído. Siempre hemos creído que únicamente tenemos cinco sentidos; incluso, cuando creemos que algo va a ocurrir solemos decir que tenemos un «sexto sentido». Pero, ¿realmente un sistema tan complejo y sofisticado como el ser humano tendría únicamente cinco sentidos que le mantengan conectado al mundo exterior? La respuesta es no. Aunque no exista una «lista oficial» de sentidos, puesto que aún no podemos llegar a saber hasta dónde llega la capacidad humana para entender el exterior, podemos llegar a contar hasta…¡19 sentidos!
Pero antes, ¿qué es un sentido? Es un mecanismo por el cual nuestro organismo es capaz de comprender qué nos rodea e interactuar con el mundo exterior. Por lo tanto, no hay cosas que se vean, que se oigan, que sepan, que huelan o que sean suaves. Hay objetos que queman, duelen o se mueven. Ahí es cuando entran los «otros» sentidos que algunos desconocen. A parte de los cinco sentidos que comúnmente solemos llamar como «únicos», hay otros cinco que son evidentes: aceleración y movimiento, sea a través de nuestras piernas o a través de un medio de transporte siendo nuestro cerebro capaz de saber si estamos yendo rápido o lento; la temperatura, vital para nuestra salud, el dolor, el paso del tiempo y la cinestesia, kinestesia o quinestesia, que es el equilibrio y el movimiento corporal voluntario.
Aparte de estos diez sentidos, conocemos otros nueve sentidos que nos mantienen el cerebro informado acerca de lo que ocurre. Estos son: receptores de estiramiento pulmonar, que indican al tejido pulmonar cuánto debe estirarse y contraerse en la respiración; quimiorreceptores, un receptor que capta ciertos estímulos químicos que nos rodean; la zona gatillo quimiorreceptora, que indica al cuerpo cuándo debe vomitar; los receptores cutáneos, que a parte de temperatura y dolor también indican la presión; sensores intestinales que nos hacen saber cuántos gases tenemos en nuestro aparato digestivo provocándonos malestar; y receptores sensoriales que se encuentran en la mucosa de la faringe, en la vejiga y en los vasos sanguíneos.