Corre 500 kilómetros en 86 horas sin dormir
Kim Allan ha corrido nada menos que 500 kilómetros sin descanso batiendo todos los récords.
Esta neozelandesa de 47 años ha dejado a medio mundo boquiabierto al dar 332 vueltas a un circuito en Auckland recorriendo una distancia de 311 millas (unos 500 km aproximadamente) equivalente a 12 maratones, sin dormir, sin sentarse, sin ni siquiera parar para descansar, lo que le otorga el récord de máxima distancia sin dormir.
Durante la carrera tuvo que soportar dolor de estómago e incluso tuvieron que cortarle la parte delantera de las zapatillas para aliviar las ampollas que comenzaban a aparecer en sus pies. Aún así, siguió corriendo hasta que completó todas las vueltas.
Realmente, consiguió batir el récord un par de horas antes, pero su equipo y preparadores no le dijeron nada para ver si conseguía finalizar los 500 km. “No le queríamos dar una excusa para parar. Cuando finalice los 500 km lo celebraremos”, admitía Michael Rodliffe, uno de sus patrocinadores.
Hace 4 años, Kim ya intentó superar el récor de la atleta estadounidense, Pam Reed (302 millas en 80 horas; 2005), pero no lo consiguió debido a las alucinaciones que sufrió y a la pérdida de todas las uñas de los pies.
Pero, por sorprendente que parezca, Kim no es una ultra runner, de hecho, ni siquiera le divierte especialmente correr largas distancias como ha admitido en alguna entrevista. “Están los ultra runners que salen y entrenan corriendo kilómetros y kilómetros, esa no soy yo. Es el reto lo que realmente me gusta. El pensar que no puedes hacer algo, salir y conseguirlo”, admitía Kim, quien es jinete profesional pero tras sufrir un accidente hace 10 años y romperse una pierna comenzó a correr como parte de su rehabilitación. Así comenzó todo.
El dinero recaudado tras conseguir el récord se destinará a New Zealand Spinal Trust, para ayudar a personas con lesiones en la médula espinal.