Desde que Leo Africanus describiera por primera vez la ciudad de Timbuktú en el S. XVI en su «Descrittione dell’Africa«, esta ciudad (hoy en Mali) era considerada en occidente como semi-legendaria. Al estilo de la Atlántida de los autores griegos. Tanto, que en 1824 la Société de Géographie ofreció un premio de 10.000 francos para el primer no musulmán que lograra llegara a la ciudad y trajera pruebas de su existencia. El premio fue ganado por René Caillié en 1828. Debido a este hecho Bugs Bunny envía a sus «enemigos» a Timbuktú en los dibujos animados.
Sin embargo otro inglés llamado Gordon Laing llegó en septiembre de 1826, antes que Caillié. Lo mataron los habitantes de la ciudad porque temían de la intervención europea en la zona.
