Maquillaje, eso que usamos la mayoría de las mujeres a diario, e incluso algunos hombres, no siempre ha existido como tal.
En la antigua Grecia también existía el una especie de maquillaje, estaba realizado a base de heces secas que se convertían en polvo. Estos polvos se utilizaban para cubrir las imperfecciones de los rostros o las pieles pálidas, al igual que en la época actual. Por supuesto, el maquillaje solo era accesible para personas con un alto poder adquisitivo: la clase social alta.
El estiércol no solo era usado como maquillaje de la Reina Isabel II, algo que marcó toda una época y se comenzó a extender su uso, sino que también era efectivo para construir casas, para fabricar pólvora o para purificar el agua contaminada.
