Antiguamente, el chocolate se utilizaba como medicamento
Una taza de chocolate caliente con churros es el mejor desayuno para la gran mayoría de los españoles. Aunque en muchas ocasiones nos privamos de ello, más ahora que quedan pocos días para el verano.
Pero no sería así si viviéramos en el siglo XVII, en el que el chocolate era tratado como un medicamento. El inventor del chocolate caliente fue Sir Hans Sloane, un médico irlandés, que creó esta bebida en 1687 mientras prestaba sus servicios al Duque de Albemarle.
Exploró numerosas plantas para poder salvar de la muerte al duque, pero éste murió antes de que el médico se topara con el cacao, uno de los elementos naturales más importantes en Jamaica. Los que allí habitaban mezclaban los granos de cacao con agua, pero el sabor no era del todo bueno, por lo que Sloane decidió mezclarlo con leche. Una combinación mágica que se popularizó con el paso del tiempo. Las propiedades naturales del chocolate servían para calmar los dolores de cabeza y de estómago.
Dejó de utilizarse como medicamento en el siglo XIX, cuando los hermanos Cadbury se interesaron por el sabor de la bebida y decidieron comercializar el chocolate caliente en lata, un producto que se expandió al resto del mundo.