Tyler Armstrong de 9 años ha conseguido lo que para muchos adultos es casi un imposible, alcanzar la cima del pico más alto del continente americano, el Aconcagua (Argentina).
Este pequeño estadounidense celebró junto a su padre Kevin Armstrong de 30 años, la Navidad de una forma muy particular, coronando la cima del Aconcagua el 25 de diciembre. Esta hazaña le ha valido el título del alpinista más joven del mundo en alcanzar esta cima.
Los Armstrong utilizaron la ruta central del Glacier de los Polacos, un recorrido no tan explorado como la Pared Norte, pero menos complicado que la temida Pared Sur, que atrae cada año a los escaladores experimentados en hielo y roca.
Su padre tuvo que pedir hasta un permiso especial a la Justicia de la provincia argentina de Mendoza, lugar de la cordillera de los Andes en donde se encuentra situado el Aconcagua, para que se le permitiera escalar al niño los casi 7.000 metros de altura de la montaña.
Sorprendentemente, Tyler es un escalador experimentado a pesar de su corta edad. De hecho, entre los argumentos que tuvo que dar el padre para lograr el permiso mencionó que su hijo ya había escalado junto a él los montes Kilimanjaro, de 5.895 metros en Tanzania, y el Whitney, con 4.421 metros, la cumbre más alta de los Estados Unidos, según detalla la agencia de noticias argentina Télam.
«Se necesita mucho, mucho entrenamiento. Tuve que practicar escalada en hielo, por lo que si me caigo puedo parar y no deslizarme por la montaña», explicaba el niño antes de alcanzar la cima, según han publicado los medios locales.
La expedición tenía un fin solidario: recaudar fondos para los enfermos de Duchenne, una distrofia muscular que afecta a más de 300.000 niños en el mundo.
«Quiero usar mis músculos para que los demás sepan que tenemos que encontrar una cura para ayudar a todos los chicos con Duchenne», reflexionaba el joven alpinistas antes de comenzar su travesía la cual ha podido seguirse a través de las redes sociales.
