La sonda espacial Maven, de la NASA, ha sido lanzada con éxito desde la base de la Fuerza Aérea Estadounidense en Cabo Cañaveral (Florida) en un cohete Atlas V.
La Mars Atmoshphere and Volatile Evolution (nombre completo) viajará durante 10 meses hasta llegar a Marte en septiembre de 2014 para sumarse a la flota de artefactos que ya están operando en la órbita del conocido planeta rojo. Su objetivo será investigar la atmósfera de Marte y su evolución.
Para ello, la Maven, que tiene una masa de 903 kilos (2.550 con combustible en el lanzamiento) y mide 11,4 metros con los paneles solares desplegados, cuenta con detector de partículas energéticas, analizadores de iones y de electrones del viento solar, aparatos encargados de determinar la composición del gas y magnetómetro. El proyecto lo llevará a cabo el Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, con el investigador de la Universidad de Colorado, Bruce Jakosky, a la cabeza.
Está previsto que la nueva nave funcione al menos un año dando vueltas alrededor del planeta y se acerque hasta 150 kilómetros de la superficie en su órbita elíptica para tomar datos de la composición del gas. Además, podría captar imágenes en ultravioleta de todo Marte.
“La Maven tomará datos en todas las regiones del espacio cercano a Marte que permitirán a los científicos caracterizar el estado de la alta atmósfera y la ionosfera, determinar las tasas actuales de pérdida de gas al espacio y explorar la evolución pasada para determinar la pérdida de atmósfera que se ha producido en la historia del planeta”, señala la NASA.
Las observaciones de la Maven podrían ayudar a los científicos a comprender mejor la habitabilidad pasada y presente del planeta, pero la misión, que tiene un coste de 500 millones de euros, no realizará búsquedas activas de signos de vida ya que la sonda no va equipada con un sensor de metano (gas indicador de vida –alrededor del 90% del metano en la atmósfera terrestre está producido por organismos vivos-).
