Un robot explora el subsuelo terrestre en busca de descubrimientos importantes
Este ser metálico pesa 25 kilos, sus piernas son orugas y sus ojos una cámara y un escáner, que ayudan a los arqueólogos a explorar lugares de difícil acceso en un túnel que los teotihuacanos construyeron bajo el Templo de la Serpiente Emplumada.
Este aparato lleva encima otro más pequeño llamado “insecto” para llegar a sitios más pequeños, se ha descubierto la existencia de tres cámaras al final del túnel. «Tlaloc II” (llamado así en honor del dios de la lluvia y la fertilidad) consigue gracias a su cámara y su escáner hacer un dibujo casi exacto de las condiciones y la forma del túnel.
En el proyecto participan además arqueólogos, físicos, biólogos, geólogos, grafólogos, químicos e ingenieros, entre otros.
Ya se sabe que mide un total de 103 metros de longitud, de los que han sido vaciados 75 metros a mano, cubo por cubo, un total de 800 toneladas de piedra, ya que los teotihuacanos lo clausuraron entre el año 250 y 300 llenándolo de tierra y rompiendo las paredes.
“Nuestro trabajo ha sido ir retirando paulatinamente todos los materiales que introdujeron para bloquear este lugar y que nadie más entrara”, explicó Gómez. Además cuenta que su hipótesis es que pueden encontrarse los restos de los gobernantes de esta ciudad que se construyó en el primer siglo después de Cristo y se abandonó hacia el año 650.