Un proyecto español vigila a las tortugas por satélite
Quizás una de las imágenes más conmovedoras de la naturaleza sea ver como las tortugas recién nacidas regresan al océano no sin esfuerzo y con el riesgo que supone, de hecho, no todas lo consiguen. Pero es que ya las propias madres son todo un espectáculo luchando por llegar hasta la playa para depositar los huevos.
Por desgracia, la población de tortugas marinas está en declive por eso, un proyecto oceanográfico español, está empleando las últimas tecnologías para descubrir cuáles son sus amenazas y encontrar así formas de evitarlas. Para ello, siguen a las tortugas mediante cámaras y dispositivos GPS lo que les permite estudiar su comportamiento y reducir las capturas accidentales.
Estas, las colisiones con barcos o la ingestión de basura marina son algunos de los riesgos constantes a los que se exponen las tortugas, según explica Ricardo Sagarminaga, biólogo de Alnitak, la ONG española que lidera el proyecto Oasis.
Gracias a este proyecto -que forma parte de los programas de protección de especies del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente- se ha descubierto la profundidad a la que suelen moverse las tortugas en mar abierto, que coincidía con la misma a la que suelen lanzarse determinadas artes de pesca como la del pez espada. Para evitar conflictos ha bastado con cambiar el cebo de calamar que atraía a las tortugas por caballa y variar la profundidad de inmersión del anzuelo. Estas medidas han reducido en un 90% el número de capturas. Para ello, ha sido esencial la colaboración con pescadores y otros sectores que trabajan en el mar.
El proyecto Oasis se está llevando a cabo en las aguas españolas que van del Estrecho de Gibraltar hasta Baleares -corredor de migración esencial para las poblaciones de cetáceos, tortugas y demás especies pelágicas-, y cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad.
“Al tratarse de especies migratorias, que atraviesan aguas jurisdiccionales de los estados y aguas internacionales, la cooperación internacional es fundamental”, explicaba Pablo Saavedra, director general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar.