Un paso más cerca de «curar» el dolor
Científicos de la Universidad de California-San Francisco (UCSF) han determinado con una resolución casi atómica la estructura de una proteína que juega un papel central en la percepción del dolor y el calor.
La investigación ofrece nuevas ideas a los investigadores de drogas para desarrollar mejores tratamientos para el dolor, además de ser un hito en el campo de la biología estructural, cuyo objetivo es descubrir cómo se construyen físicamente las proteínas con el fin de comprender mejor su función.
«El impacto será amplio», dijo el microscopista electrónico Yifan Cheng, profesor asociado de Bioquímica y Biofísica en UCSF y coautor de los dos documentos que informan sobre la estructura de la proteína, conocida como TRPV1.
Para sus exprimentos utilzaron una serie de toxinas que inducen dolor y compuestos inflamatorios derivados de fuentes tan diversas como el veneno de las arañas y las plantas. Examinaron que estos compuestos enciendían el TRPV1, razón por la que los diseñadores de fármacos se han centrado en esta proteína.