Un nuevo catalizador podría reciclar el dióxido de carbono para transformarlo en plástico
Un estudio publicado en Nature Catalysis, científicos de la Universidad de Toronto muestran una nueva técnica que ayuda a identificar las condiciones precisas que convierten el dióxido de carbono en etileno de la manera más eficiente posible. Este material puede procesarse para hacer polietileno, el plástico más comúnmente utilizado para hacer bolsas de plástico, envases, juguetes y botellas de plástico.
«Creo que el futuro está lleno de tecnologías que generan elementos a partir de residuos. Es emocionante porque estamos trabajando para desarrollar nuevas y sostenibles formas de satisfacer las demandas de energía en el futuro», afirma Phil De Luna, investigador principal del estudio.
La reacción es una reducción del dióxido de carbono utilizando una corriente eléctrica y una reacción química con la ayuda de un catalizador de cobre, el único metal que se puede utilizar para producir etileno. «El cobre es un metal mágico: puede producir muchos productos químicos diferentes, como metano, etileno y etanol, pero controlar lo que produce es difícil», afirma el experto.
Utilizando un equipo desarrollado por Canadian Light Source, el equipo pudo estudiar la forma y el entorno químico de su catalizador de cobre a lo largo de la reacción de reducción de CO2. Al observar cómo esta reacción se desarrolla en tiempo real, les permitió llegar a las condiciones ideales para la producción máxima de etileno, así como también reducir la producción de subproductos no deseados como el metano.
Después de horas de pruebas y una buena cantidad de fallos, este método les permitió crear la nanoestructura ideal de cobre para cumplir con esas condiciones. «Estábamos a punto de darnos por vencidos, pero cuando llegaron los resultados fueron tan buenos que tuvimos que sentarnos», explica Rafael Quinero Bermúdez, estudiante de doctorado y uno de los coautores.
Es probable que pase un tiempo antes de que se comience a utilizar este avance. Sin embargo, el estudio es otro ejemplo más de cómo los investigadores tratan de desafiar los problemas del mundo.