Dentro de unos años, en lugar de sacar un extintor para apagar el fuego de la cocina, quizá nos baste con subir la música y poner los graves a tope. Puede sonar a ciencia ficción, pero dos ingenieros de la Universidad de George Mason (GMU), en Estados Unidos, han conseguido crear un dispositivo portátil capaz de extinguir el fuego empleando ondas sonoras. Las ondas empleadas para tal fin son de baja frecuencia, de entre 30 y 60 hertzios. Por otra parte, el prototipo desarrollado no precisa de productos químicos tóxicos, por lo que elimina el daño colateral de otros sistemas extintores, que provocan contaminación atmosférica. Lo que lo haría ideal para fuegos en cocinas o en lugares donde se pudiera poner en riesgo la salud de las personas.
Las ondas de sonido son también ondas de presión o mecánicas y, como tales, pueden ocasionar un impacto en los objetos. En este caso, dichas ondas impactan en el material que se está quemando y separan el oxígeno que rodea el material en combustión. El oxígeno es imprescindible para la quema de cualquier material, así que cuando este elemento es eliminado del microambiente del material que se está quemando la combustión se detiene.
Además de ayudar a apagar incendios “a mano”, los ingenieros norteamericanos creen que este sistema, instalado en un dron o avión no tripulado, podría mejorar la seguridad de los bomberos, cuando estos se enfrentan a incendios forestales o a grandes incendios urbanos. También podría ayudar en el espacio, donde el fuego es un gran problema, pues las ondas sonoras pueden ser dirigidas y enviadas contra las llamas, en entornos de no gravedad, donde contenido de los extintores actuales se esparce en todas direcciones.
Investigaciones previas ya habían demostrado que las ondas sonoras pueden impactar en los incendios, y otros científicos de la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los EEUU) habían investigado la posibilidad de usar el sonido para apagar fuegos. Sin embargo, hasta ahora no se habían fabricado extintores basados en sonido potencialmente comercializables. Ha sido el trabajo final de carrera de estos dos ingenieros el que ha dado con la manera práctica de poner en marcha un extintor de estas características.
Por ello, han registrado una patente provisional que les permitirá explorar más a fondo las posibilidades de esta tecnología, basada en los sonidos de baja frecuencia como los graves que emiten los bafles durante un concierto de hip-hop. De hecho, bromean, «el sonido que emiten los altavoces en un concierto podría apagar un pequeño incendio sin dificultad»
