Como si de un artista se tratase, un cirujano británico está siendo investigado por las Autoridades por grabar sus iniciales en un hígado trasplantado.
Simon Bramhall, un cirujano y experto en trasplantes de hígados, grabó las iniciales SB en el órgano de un paciente en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham. El suceso fue descubierto por otro doctor durante una revisión rutinaria. El médico vio que había algo raro en la superficie del hígado, nada grave a primera vista, pero para asegurarse, decidió a hacer una radiografía. Así es como descubrio las letras grabadas.
La polémica estalló enseguida en el hospital inglés. Para empezar, porque las iniciales fueron grabadas con gas argón, que quema la superficie de cualquier órgano. Asimismo, se teme que este no sea un hecho aislado porque Bramhall lleva trabajando más de una década en el hospital y la dirección teme que haya firmado en órganos de cientos de pacientes.
El hospital comunicó que, aunque el acto era totalmente inofensivo para la salud de los pacientes, decidieron suspender de empleo y sueldo al cirujano hasta tener más datos «y completar una investigación interna» sobre lo ocurrido. Entre las cuestiones abiertas, el hospital no se explica como el doctor pudo grabar sus iniciales sin que el resto de profesionales del quirófano no se dieran cuenta.
