¿Se pueden borrar los recuerdos?
Reto para la ciencia
Muchas personas tienen recuerdos que quisieran no tener. Experiencias traumáticas, momentos duros… ¿se pueden borrar los recuerdos con ayuda de la ciencia? Es decir, ¿realmente podrían desaparecer de nuestra mente? Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos dio un paso en ese camino.
Usando una técnica conocida
Lo hizo un grupo de expertos de la Universidad de Texas A&M. Ellos sugieren usar un procedimiento ya utilizado, pero de otra forma. Los médicos pueden reactivar indirectamente episodios traumáticos en la mente de los pacientes. Pero esto podrían ofrecer «una ventana mediante la cual esos recuerdos pueden modificarse o incluso borrarse por completo». Así lo informa la institución.
Sucede con los veteranos que sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Se les puede pedir en sesiones de terapia, por ejemplo, que recuerden estímulos externos específicos. Por ejemplo, destellos de luz o sonidos. Son recuerdos relacionados con el recuerdo desencadenante del trauma.
¿Cuál es la idea detrás de este método? Provocar el recuerdo sin infligir ningún sufrimiento adicional al paciente. Esperan atenuar las respuestas al miedo a través de la exposición.
«Hay un desafío cuando se realizan los procedimientos de extinción. Y es que no se borra el recuerdo del trauma original. Siempre está ahí y puede volver a aparecer. Eso es lo que provoca una recaída en las personas que vuelven a experimentar el miedo». Lo dice Stephen Maren, profesor de ciencias psicológicas y cerebrales en la universidad.
Manipulando recuerdos
¿Se pueden borrar los recuerdos, entonces? Los científicos utilizaron un procedimiento de condicionamiento. Una señal se asocia indirectamente con un evento aterrador. Luego, esta misma señal se presenta más tarde. Aquello indirectamente reactiva un recuerdo del evento. Así aumenta la actividad en el hipocampo, un área del cerebro importante para la memoria.
¿Sirve reactivar un recuerdo traumático a través de la reexposición? Sí, porque puede hacer que se vuelva vulnerable a la interrupción. Los científicos ahora esperan profundizar su estudio. Buscan producir una pérdida permanente de la información traumática a través de esta técnica.
La investigación aparece en la revista Nature Neuroscience. Ayudará a buscar técnicas y tratamientos adicionales para alterar por completo los recuerdos.