¿Realmente se ha encontrado vida en el manto terrestre?
Un equipo de científicos, que acaba de regresar de una expedición de 47 días de duración en la mitad del Atléntico, ha anunciado en un comunicado que han encontrado vida microbiana en las rocas del manto.
El equipo excavó muestras de una región rocosa muy profunda, llamada Macizo Atlantis. Está situado en el lado occidental de la cordillera del Atlántico, de la que nace una nueva corteza oceánica. Esta formación en forma de cúpula es, a diferencia de la roca basáltica que normalmente se encuentra en la corteza oceánica, un tipo de roca que se encuentra en las profundidades del manto.
El equipo, que quería investigar cómo el agua de mar interactúa con la corteza y el manto rocoso, comenzó a perforar el macizo, y fue dentro de esta formación cuando saltó la noticia. «Durante la expedición, hemos sido capaces de encontrar evidencias de vida microscópica en las rocas que de poca profundidad del manto», afirma Beth Orcutt, miembro de la expedición.
Sin embargo, los investigadores no están afirmando que estas formas de vida no se originase en el propio manto. De hecho, tan sólo han encontrado evidencias de vida en el manto del fondo marino, lo que sugiere que la interacción entre el agua de mar y las rocas podría ‘alimentar’ la vida, incluso en ausencia de luz solar.
Aunque el Macizo Atlantis alguna vez se formó dentro de las profundidades del manto, que incluso estando cerca de la corteza puede alcanzar temperaturas de hasta 900ºC, se ha «exhumado» al fondo del mar desde hace mucho tiempo, y desde entonces se ha enfirado considerablemente. Ahora se sitúa hasta a 4.000 metros de profundidad oceánica.
Gracias a la casualidad, este sistema ahora está situado cerca de la Ciudad Perdida, una serie de respiraderos hidrotermales que se forman cuando el agua de mar se calienta cerca del punto de ebullición reacciona con los minerales del manto de poca profundidad. Cuando esto ocurre, se produce un proceso conocido como ‘serpentinización’, que produce agujeros microscópicos o poros dentro de la roca.
Dentro de estos poros se suelen concentrar sustancias disueltas utilizadas por las formas de vida primitivas, incluyendo el hidrógeno y el metano. Piensan que, los ácidos nucleicos que forman el ARN, un componente vital dentro de todas las células vivas, tienen una buena oportunidad de formarse en este espacio.