Madrugar, estar en un atasco, trabajar una larga jornada, de nuevo encontrar otro atasco…, pero llegas a casa y hay que hacer la cena, bañar a los niños, recoger…, y así un día tras otro. Esta situación puede estresar a cualquiera.
De hecho, cada vez es más común en los centros deportivos ver clases de yoga, reiki, meditación, y son muchos los famosos como Madonna, Uma Thurman, Jennifer Aniston o Matthew Mcconaughey que confiesan los beneficios que les reporta estas disciplinas.
¿En qué consisten realmente? Según explica John Curtin, co fundador de Fundación Sauce, centro sin ánimo de lucro creado para ayudar a cualquier persona al margen de sus ingresos económicos, edad o situación personal, “cuando meditas estás saliendo de lo que yo llamo locura colectiva de nuestra vida”. Para este profesor y empresario esa locura hace referencia a todo lo que hay fuera de las personas que no les deja ver su interior y hace que pierdan el contacto con ellos mismos y por tanto el control de sus estados mentales y emocionales.
La meditación consiste en realizar cualquier ejercicio que te permita unir los tres pilares de la existencia: mente, cuerpo y entorno, tal y como asegura Curtin. Normalmente, suelen ser ejercicios de relajación y respiración acompañados por estiramientos con un único fin, entrar en contacto con los cinco sentidos y el entorno.
“La meditación es un puente entre tu entorno y tú. Cuando meditas, eliminas esa gran enfermedad mental de la humanidad, el concepto de la separación”, dice este maestro.
La meditación es una disciplina milenaria pero existen múltiples ensayos clínicos que demuestran que los pensamientos y la mente alteran la fisiología, es decir, lo que ocurre en la mente cambia literalmente el cuerpo.
Tanto es así, que en algunas escuelas de EEUU se ha introducido la meditación en las actividades de los niños y se ha demostrado que han mejorado su rendimiento y se ha reducido el acoso escolar.
“La meditación crea ese puente cuerpo-mente que garantiza una buena salud tanto física como mental”, añade Curtin.
John Curtin da unas pautas sencillas para iniciarse en la meditación:
1. Empezar poco a poco.
2. En el momento en que se esté incómodo, es mejor dejarlo y retomarlo en otro momento.
3. Comenzar con meditaciones que conecten con el cuerpo.
4. Incluir la meditación en la rutina diaria.
5. Experimentar distintas formas de meditación para encontrar la que más guste.
