¿Qué pasaría si la Tierra comenzara a girar más rápido?

Incluso un aumento de velocidad de poco más de 1 km/h ya influiría

Antes de empezar con el artículo, cabe destacar que la velocidad de rotación varía según la latitud: cuanto más cerca del ecuador, mayor será la velocidad de rotación -cuando gira la Tierra, su circunferencia es más ancha en el ecuador-. Con esto en mano, tiene que quedar claro que situarnos en el centro del ecuador significa ir más rápido en 24 horas que una sección más «estrecha» de la Tierra. Esto hace que en el ecuador se gire a unos 1.669 km/h, mientras que en los Pirineos, por ejemplo, esta velocidad sería de unos 1207 km/h.

Ahora es cuando podemos imaginarnos qué pasaría si la Tierra girara más rápido. Si la acelerásemos poco más de 1 km/h en el ecuador, el nivel del mar de esa zona aumentaría unos pocos centímetros a medida que el agua iría migrando hacia allí desde los polos. «Podría tardar unos años en notarse este efecto», afirma Witold Fraczeck, analista de ESRI, una compañía que fabrica software de sistema de información geográfica.

Lo que sucedería más rápidamente sería que nuestros satélites artificiales se irían fuera de órbita. Los satélites geoestacionarios giran alrededor de nuestro planeta a una velocidad que coinciden con la rotación de este, para que puedan permanecer posicionados en el mismo lugar todo el tiempo. Si el planeta se acelerase ni que fuera un poco, los satélites ya no estarían en el mismo lugar, lo que significaría interrupciones, al menos temporales, de comunicaciones por satélite, de transmisiones televisivas y de operaciones militares. Algunos satélites tienen combustible y podrían ajustar sus posiciones, pero otros deberían reemplazarse.

Aceleremos un poco más

La fuerza centrífuga del giro de la Tierra está constantemente tratando de «arrojarte» fuera del planeta, pero la gravedad es más fuerte y logra mantenerte en el suelo. Pero si la Tierra girara más rápido, la fuerza centrífuga se aumentaría.

Actualmente, puedes notar diferencia en tu peso según te sitúes en el planeta: medio kilo menos si te encuentras en el Círculo Polar Ártico o en el ecuador. Eso es debido a la fuerza centrífuga extra que se genera cuando el ecuador gira más rápido.

El astrónomo de la NASA Sten Odenwald calcula que la Tierra debería de girar a 28.400 km/h para que la fuerza centrífuga pudiera superar la gravedad y lanzarnos a todos fuera del planeta.

Los días serían más cortos

Cuanto más rápido gira la Tierra, más cortos serían nuestros días. Volvemos al kilómetro por hora inicial: con un aumento de esta velocidad, probablemente nuestros relojes internos ni lo notarían. Pero si acelerásemos la Tierra unos 160 km/h más de lo habitual, el día tendría unas 22 horas de duración.

Para nuestros cuerpos esto sería un jet lag constante, ya que nuestro ritmo corporal se basa en horarios de 24 horas. Esto haría que nuestro cuerpo difícilmente se acostumbrara a estos horarios. Pero también afectaría, obviamente, a plantas y animales.

Esto sucedería si la Tierra se acelerara de repente. El mismo Sten Odenwald afirma que, «si se acelerara gradualmente a lo largo de millones de años», nos «podríamos adaptar para lidiar con este problema».

Los huracanes serían más destructivos

Si la rotación terrestre se acelerara, no notaríamos una gran diferencia en los vientos de cada día y los patrones climáticos. «La diferencia de temperatura seguiría siendo el principal motor de los vientos», dice Sten Odenwald. Sin embargo, los climas extremos serían más destructivos: «los huracanes girarían más rápido, y tendrían más energía«.

Autor: Anders Persson

La razón por la que sucede este extraño fenómeno es justamente por lo que mencionábamos anteriormente: la Tierra gira más rápido alrededor del ecuador.

Si la Tierra no girase, los vientos del polo norte soplarían en línea recta hacia el ecuador, y viceversa. Pero debido a esta rotación, el camino de los vientos se desvía hacia el este; esta curvatura de los vientos se llama efecto Coriolis, y es lo que hace que los huracanes giren. Si la Tierra gira más rápido, los vientos se desviarían hacia el este. «Eso hace que la rotación sea más severa», afirma el mismo experto.

Océanos

La velocidad extra en el ecuador significaría que el agua de los océanos comenzaría a acumularse en el ecuador. A 160 km/h más de velocidad, esta zona comenzaría a «desbordarse»: el nivel del mar aumentaría entre 10 y 20 metros.

Si duplicáramos la velocidad en el ecuador, la fuerza centrífuga haría que el agua en el ecuador aumentara a cientos de metros de altura. «Excepto por las montañas más altas, como el Kilimanjaro o las cimas más altas de los Andes, toda la región ecuatorial estaría cubierto de agua«. Esto contrarrestaría con el Ártico, lugar de donde provendría el agua que haría aumentar la de la zona ecuatorial.

La cosa no queda ahí. La fuerza centrífuga añadida al girar más rápido significaría que el agua estaría menos afectada por la gravedad: el aire estaría lleno de humedad en estas regiones, hecho que provocaría niebla densa, nubes, fuertes lluvias…

Si la fuerza de rotación aumentara lo suficiente como para contrarrestar la fuerza de la gravedad, podría verse la situación de que lloviera desde el suelo hacia el cielo. En esta situación la Tierra giraría 17 veces más rápido de lo que lo hace ahora, y probablemente no podrías ver dicho fenómeno. Estarías muerto.

Más terremotos

Si el aumento de la velocidad fuera muy alto y se propagara durante millones de años, alteraría el movimiento de la corteza terrestre, aplanándose en los polos y abultándose alrededor del ecuador. Esto provocaría enormes terremotos, ya que las placas tectónicas se moverían más rápidamente y eso destrozaría la vida en nuestro planeta.

La velocidad cambia constantemente

Lo creas o no, la velocidad de la Tierra fluctúa cada día. Los terremotos, los tsunamis, las grandes masas de aire, las capas de hielo… todo influye para alterar la rotación durante milisegundos. Si un terremoto engulle un poco de suelo, reduciendo la circunferencia del planeta, haría acelerar la velocidad con la que gira nuestro planeta. Por lo contrario, una gran masa de aire puede hacerla desacelerar.

La velocidad de rotación de la Tierra también cambia con el tiempo. Alrededor de 4,4 millones de años, la Luna se formó después de que algo enorme se estrellara contra nuestro planeta. En ese momento, Sten Odenwald calcula que «nuestro planeta tenía la forma de un balón aplanado y giraba tan rápido que los días probablemente fueran de unas cuatro horas«.

Desde la formación de la Luna, el giro de la Tierra se ha desacelerado en, aproximadamente, 6 km/h cada 10 millones de años. Esto se debe a la atracción gravitacional de nuestro satélite; por lo tanto, es muy probable que esta velocidad vaya disminuyendo en el futuro.

Fuente Popular Science
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