¿Qué hemos aprendido de Júpiter gracias a la misión Juno?
La nave espacial Juno, enviada por la NASA, está trastocando todo lo que se sabía del gigante de gas del Sistema Solar, Júpiter: el interior, la fuerza de su cambio magnético y cuáles son sus polos. Y parece ser que también tiene implicaciones en el Sistema Solar y para nuestro planeta.
Juno ha estado en órbita alrededor de Júpiter desde el 4 de julio de 2016, completando una órbita cada 53,5 días. Según Scott Bolton, investigador principal de la misión, afirma que «estos primeros resultados obtenidos nos dicen que algunas de nuestras ideas preestablecidas son erróneas y deben de ser corregidas».
Analizando la primera de las sorpresas, tanto en el polo norte como en el polo sur de Júpiter se pueden observar tormentas que tienen la forma de cráteres de meteoritos. No, no son cráteres: son ciclones. A diferencia de Saturno, en el que su polo norte está dominado por completo por una gran tormenta hexagonal, Júpiter muestra características realmente extrañas.
«Los patrones de la superficie que se encuentran cerca de los polos son muy diferentes de lo que se esperaba», afirma John Leif Jorgensen, investigador de Juno y miembro de la Universidad Técnica de Dinamarca. «La distribución de los vórtices ha sido una sorpresa». También, han descubierto un ciclón elevándose por encima de las nubes, lo cual fue una grata sorpresa.
También, quisieron comprobar los niveles del campo magnético. Juno descubrió que es dos veces más fuerte de lo que predijeron los análisis anteriores y que tiene alrededor de 10 veces la fuerza de nuestro campo magnético.
En la Tierra, la interacción entre nuestro campo magnético y el viento solar crea impresionantes auroras en los polos. Pero en Júpiter es diferente: mientras que el viento solar juega una parte importante, parece que la rotación es la clave, como vemos en la imagen inferior.
Uno de los objetivos principales de Juno era averiguar si Júpiter tiene un núcleo sólido, hecho que puede tener grandes implicaciones para los orígenes de nuestro sistema solar, ya que el gigante de gas fue el primer planeta que se formó. Las teorías predicen que debe haber algo sólido en su centro, pero no se sabe a ciencia cierta.
Para examinar el núcleo, Juno ha estado estudiando el campo gravitacional de Júpiter. Si bien no hay datos suficientes todavía para comprender plenamente lo que está pasando, pronto se obtendrá una respuesta.