Emma Wren Gibson, nacida con un peso de poco más de tres kilos, se ha desarrollado de un embrión congelado durante más de 24 años, según informa la CNN. Antes de su nacimiento, hace dos meses, el embrión congelado más antiguo que llegó a un nacimiento exitoso tenía 20 años, y nació en 2011. A estos pequeños se les conoce como «bebés de nieve» o «bebés de copo de nieve».
Después de estar conservado criogénicamente, el embrión donado se descongeló en marzo de 2017 y se transfirió al útero de Tina Gibson, de 25 años y residente en Tennessee. Emma y sus padres no están genéticamente relacionados ya que el embrión fue concebido por una pareja diferente y después se donó. Curiosamente, Tina fue concebida solo un año y medio después que la hija que acaba de dar a luz.
Después de que una persona se someta a un tratamiento de fertilización in vitro, suelen quedar embriones sobrantes. Los padres pueden decidir congelarlos para que puedan ser utilizados por alguien que no pueden concebir de manera natural, y los avances científicos modernos permiten descongelarlos de manera segura.
El National Embryo Donation Center, un grupo de adopción de embriones con influencia cristiana, ayudó a esta familia con su decisión de utilizar un embrión fecundado congelado. Por 7.500$, brindan a las parejas el embrión congelado y el procedimiento médico, así como el apoyo moral y legal, siempre que sean «un hombre y una mujer casados por un mínimo de 3 años».
