Su nombre es Mercedes, tiene 32 años y seguramente fue la mujer más feliz del mundo cuando pudo tener un hijo a pesar de que hace 10 años le fueron extirpados los ovarios debido a una tumoración abdominal benigna, la cual se los inutilizó.
Los médicos pudieron obtener un poco de tejido ovárico, con sus oocitos insertados, los cuales congelaron y guardaron.
Hace dos años la mujer solicitó el quedarse embarazada, los cirujanos abrieron dos pequeños ojales en ambos lados de su útero, en donde se encontraban sus ovarios y guardaron ahí un poco del tejido ovárico, para ayudar a su objetivo se hicieron factores de crecimiento sanguíneo con su propia sangre, “Nunca se habían utilizado en el mundo factores de crecimiento sanguíneo, de la propia paciente, en un tratamiento de este tipo» afirma el doctor.
Todo este proceso junto a un espermatozoide de su marido permitió que 9 meses después naciera Lucas, su hijo.
