Hace algunos años, los científicos japoneses que debían inspeccionar el interior de los reactores de la planta nuclear de Fukushima, encontraron la mejor forma de hacerlo. Finalmente, la muografía o tomografía muónica, les permitió, sin peligro a exponerse a las radiaciones, tener una visión exacta del estado del interior de los reactores.
La muografía o tomografía muónica se usó en la Pirámide de Gizéh
El muón es una partícula elemental, que no se puede descomponer en partes más pequeñas. Los muones provienen del cosmos y en la Tierra todos los días se reciben millones de ellos. De la misma manera que los rayos X se utilizan para ver en el interior de los seres humanos, asimismo los muones sirven para ver dentro de cualquier objeto material.
Esta partícula elemental se descubrió en 1936, y es familiar íntimo de los electrones. El muón existe, pero no se le ha encontrado un sentido a su existencia dentro del cosmos. De hecho, solo existen en el cosmos y en los laboratorios.
Son utilizados para poder ver el interior de cuerpos sólidos, sin la necesidad de invadirlos. Tienen más poder que los rayos X. Finalmente, se obtienen cotidianamente de la atmósfera en forma gratuita y no producen daños en los objetos observados. Con una muografía o tomografía muónica, los arqueólogos descubrieron que había dos cavidades internas en la Pirámide de Gizéh.
También usaron el mismo sistema en la Central Nuclear de Fukushima
Luego del devastador terremoto de magnitud 9 y el posterior tsunami, en la Central Nuclear de Fukushima, los técnicos utilizaron muones para atravesar las paredes de hierro de 10 cm de espesor. De esta manera los científicos pudieron observar que no quedaba combustible atómico dentro de los reactores. Los escaneos muográficos determinaron que se fundió y desperdigó entre los escombros.
¿Qué son los muones?
La formación de los muones se encuentra en lo más alto de la atmósfera terrestre y se produce al chocar con ella los rayos cósmicos. Los protones provenientes del espacio se encuentran con núcleos de oxígeno, nitrógeno y otros más. Asimismo, allí se forman los Piones que son partículas subatómicas que por su inestabilidad se desintegran dando origen a los muones.
La masa de los muones es unas 200 veces más grande que la de los electrones. Los muones viajan casi a la velocidad de la luz y atraviesan la Tierra sin que los seres humanos lo noten. Durante una muografía, los muones empleados se descomponen al atravesar los objetos sólidos. Al perder su energía cinética, se transforma en neutrinos y electrones, sin hacer daño al objeto.
Cuanto más densidad tiene el objeto, se utilizan más muones que se absorben sin dejar rastros. Al atravesar los objetos, los muones van formando una imagen de los mismos que se basa en contrastes de densidad. Lo que permite escanear objetos a través de metros de roca sólida.
Una muografía es como un mapa de densidad del objeto escaneado, de igual forma que ocurre con las radiografías y el cuerpo humano. Sin embargo, al analizar las imágenes del escaneo, se pueden hallar objetos extraños, si existe corrosión, quebraduras, desgaste entre otras opciones.
