En torno a la fertilidad, la gestación y el nacimiento circulan muchas leyendas: que si la madre tiene la cara redondeada el bebé será niña; que si ve algo horrible durante la gestación su hijo nacerá feo; que privarla de un antojo generará una mancha en la piel del feto o que es más fácil ponerse de parto en luna llena. Sin embargo, la mayoría carecen de fundamento científico.
Por ejemplo, hay quien dice que pintarse las uñas o acercarse a un horno microondas son acciones que pueden desencadenar un aborto, pero solo se trata de bulos. En cambio sí se ha demostrado científicamente que el consumo excesivo de cafeína es contraproducente durante el embarazo. La revista American Journal of Obstetrics and Gynecology publicaba que 200 miligramos diarios de ese estimulante -procedentes de café, té, refrescos de cola o chocolate caliente- duplican el riesgo de perder el niño. Tener un peso por debajo del índice de masa corporal (IMC) recomendado también predispone a sufrir abortos, de acuerdo con un reciente estudio británico.
