Era una idea ingeniosa… dejada de lado. Su polémica era la principal causante de esta decisión. Pero ya no. Los xenotrasplantes están de vuelta. Un riñón de un cerdo se trasplantó a la pierna de una mujer declarada en muerte cerebral. El órgano parece haber funcionado durante 54 horas.
Extranjero
Se llevó a cabo este xenotrasplante en Estados Unidos (el griego xenos, que significa extraño, extranjero). Son trasplantes de órganos entre especies distintas. Por ejemplo, entre cerdos y humanos. Fueron propuestos hace más de 30 años. Se esperaba suplir la falta de órganos que requieren las personas en listas de espera.
No sustituye los órganos de donantes vivos o de pacientes clínicamente muertos. Solo aportan un tiempo extra de supervivencia. No es nada sencillo. El sistema inmunitario del animal receptor suele rechazar al intruso. Se debe engañar al sistema inmunitario. ¿Cómo? Modificando genéticamente las células del animal donante. Al hacerlas parecidas a las humanas, el cuerpo creerá que esas células son propias.
Incluso hay cerdos creados con modificaciones genéticas con el objetivo del xenotrasplante. Se hicieron experimentos preclínicos de trasplantes de cerdos a babuinos con éxito. Aguantaron más de 6 meses con riñones. Y en pocos casos, hasta casi 3 años con corazones.
Cerdo en la pierna
En este caso, se optó por colocar el riñón en la pierna. ¿Por qué? Para tener un mejor acceso directo y monitorizar con mayor detalle el proceso. Se tuvo 54 horas sin aparente rechazo del órgano trasplantado. Luego se desconectó el sistema vital que mantenía con vida a la paciente.
Es un experimento con una posible controversia ética. El consentimiento se obtuvo de sus familiares. Podría interpretarse como una donación del cuerpo a la ciencia. Y nos acerca a la realidad futura de los xenotrasplantes.
La Organización Nacional de Trasplantes indican que en España hubo 1.777 donantes en 2020. España es el segundo país en trasplantes realizados por millón de personas, muy cerca de Estados Unidos. Pero sigue siendo insuficiente.
Sin embargo, los órganos disponibles siguen siendo del todo insuficientes.
En 2017 había más de 87.000 personas esperando un trasplante en Europa. Pero solo había 10.500 donantes anuales disponibles. Es por eso, tal vez, que los xenotrasplantes están de vuelta. Sin embargo, nunca dejarán de ser polémicos.
