Los ratones nacidos de dos padres
La hazaña se logró en Japón. Se usaron células de dos ratones machos para implantarse en ratones hembra. Así se obtuvieron los ratones nacidos de dos padres. El hallazgo fue anunciado durante la Tercera Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano.
Es una posible alternativa para problemas graves de infertilidad. Y plantea la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan tener un hijo biológico en el futuro. “Tiene importantes aplicaciones potenciales”, afirmó Keith Latham. Es biólogo del desarrollo de la Universidad Estatal de Michigan.
Baja supervivencia
Los investigadores llevan años trabajando para lograr el resultado. Ya antes se estudió la posibilidad de trabajar estas células para que seas funcionales. Katsuhiko Hayashi, de la universidad de Osaka, tomó la posta. Empezó un proyecto para crear óvulos utilizando células extraídas de un ratón macho adulto.
Las cultivaron hasta que algunas de ellas perdieron espontáneamente sus cromosomas Y. Luego trataron las células con un compuesto llamado reversina. Y buscaron células que fueran cromosómicamente femeninas, con dos copias del cromosoma X. Después fertilizaron los óvulos con esperma de ratón. Y transfirieron los embriones resultantes al útero de un ratón hembra.
La tasa de supervivencia fue baja. De los 630 embriones transferidos, sólo 7 se convirtieron en crías. Sin embargo, las crías crecieron con normalidad y fueron fértiles en la edad adulta. Esto aún está muy lejos de tener aplicaciones en humanos. Pero ya el logro es sorprendente.
Cuestiones éticas
Lo dice el especialista en bioética Tetsuya Ishii, de la Universidad Hokkaido de Sapporo, Japón. Las ramificaciones del trabajo de Hayashi podrían llevar la reproducción humana a un nuevo territorio.
Si se aplicara a los humanos, esta investigación podría ayudar a las parejas masculinas a tener hijos biológicos juntos. Aunque siempre sería con la ayuda de madres de alquiler. “También sugiere que un hombre soltero podría tener un hijo biológico en un futuro lejano”, vislumbró.
Los ratones nacidos de dos padres son solo el principio. Aunque esto exige un debate muy amplio sobre su posible aplicación: “No sé si este tipo de tecnología puede adaptarse realmente a la sociedad humana”, planteó Hayashi.