Algunos perros entrenados previamente para detectar ataques epilépticos son curiosamente capaces de saber si sus amos van a sufrir un ataque 45 minutos antes de producirse, lo cual da tiempo al enfermo a sentarse o colocarse en un lugar seguro para no sufrir daños cuando suceda.
«No se sabe con certeza cómo consiguen descubren el ataque previamente, se cree que son capaces de detectar cambios químicos o eléctricos en el cerebro”, explica Dave Monzo, miembro de la Asociación Canina a favor de la Vida.
Estos perros acompañan a epilépticos que sufren un mínimo de un ataque semanal, lo que les ayuda enormemente ya que los ataques epilépticos pueden resultar muy graves tanto a el que los sufre como la gente de su alrededor.
