Los niños con autismo y su relación con los animales
Las mascotas son más o menos importantes según la persona que las tiene. Representan un beneficio afectivo para muchas personas. Dan afecto incondicional y ayudan a combatir la soledad y también la depresión. En el caso de los niños con autismo, una mascota ayuda en el desarrollo cognitivo de ese niño.
Una mascota puede ayudar en el desarrollo cognitivo de los niños con autismo
Estudios realizados recientemente demuestran que una mascota ayuda a niños con capacidades especiales a desarrollarse. Esta investigación fue realizada con más de 70 familias que incluyen un niño con autismo. Se llevó a cabo en la Universidad de Missouri. La mayoría de estos niños conviven con gatos o perros. Aunque también las mascotas son caballos, peces, roedores, conejos, entre otros.
El resultado de estos estudios reveló que quienes comparten su vida con mascotas adquieren habilidades sociales que no desarrollan los que no las tienen. Se involucran más en relacionarse con otras personas, se presentan a sí mismos y hasta realizan preguntas sobre lo que quieren saber. Además se notó menor agresividad en los que disfrutan de la compañía de un animal.
¿Solo los perros y los gatos son buenos compañeros?
Los perros y los gatos son las mascotas más recomendables para convivir con un niño con autismo. Son tan compañeros como incondicionales para brindar su amor. A algunos niños con este trastorno les molestan los ruidos fuertes, por lo que un perro que ladra en demasía, no es recomendable. Es menester que la mascota proporcione tranquilidad para que el niño interactúe con ella con sencillas palabras como “dame”, “ven aquí”, “quieto” o “sígueme”.
Sin embargo, los estudios ya mencionados también revelaron que los niños autistas se relacionan mejor con gatos que con perros. Una científica de la Universidad de Rennes, halló la causa del porqué los gatos tienen mejor comunicación con los niños con este trastorno. Se trata de la comunicación visual que establecen con sus mascotas. Los gatos tienen miradas más similares a las de estos niños. Apartan la mirada estableciendo un contacto visual corto.
En cambio el perro fija la mirada en su dueño durante varios minutos. Es como si hablara con la mirada. Esto hace que los niños con autismo aparten la vista de ellos. Por esta razón es que, los niños que sufren este problema, se sienten más cómodos con los gatos que con los perros.
Además a los gatos no les gusta el bullicio ni los lugares ruidosos y tienden a estar muy tranquilos durante el día. Los felinos tienen características comunes al comportamiento de los niños autistas.
La mascota es el modo de acercamiento del niño con quienes lo rodean.
En la mayoría de los casos, el animal es el medio de comunicación entre el niño y su entorno. Los ayuda a expresarse con mayor facilidad y le facilita la integración en la sociedad.
Incluso hay casos de niños que no hablaban. Su relación con la mascota los ayuda a comenzar a balbucear sus primeras palabras. Generalmente es el nombre de la mascota. La mascota les transmite confianza y los fortalece. Es su amigo y compañero.
Es innegable el beneficio que ofrece una mascota a un niño con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Las mascotas más utilizadas para esta función son gatos, perros, caballos e incluso burros. Pero siempre, lo más importante es que el niño la elija y que no le tenga miedo.