La región habitada por los mayas no resultaba propicia para la agricultura, ya que la mayoría de sus tierras experimentaban prolongadas sequías durante buena parte del año. A pesar de estos desafíos climáticos, su civilización avanzada logró prosperar. Edificaron grandes ciudades equipadas con sistemas de suministro de agua potable y extensas áreas de cultivo con sistemas de irrigación. En la actualidad, los investigadores se centran en comprender cómo pudieron desarrollarse en un entorno tan adverso.
Los Mayas tenían agua potable en zonas totalmente áridas
Los Mayas evacuaron esas vastas urbes aproximadamente en el año 900 d.C., como consecuencia de una severa y despiadada escasez de lluvias. Este periodo de sequía extrema convirtió numerosas regiones de América Central en áreas desérticas e impracticables.
Cuando los españoles llegaron a estas tierras, desconocidas para ellos, se toparon con las ruinas de una próspera civilización que ya había desaparecido. A pesar de la decadencia, estas ruinas se conservaron de manera íntegra, proporcionando valiosa información a la ciencia sobre la vida y las estrategias utilizadas por los Mayas para prosperar en esa región durante un extenso período.
Lisa Lucero, perteneciente a la Universidad de Illinois, investigó la estrategia adoptada por esta civilización para asegurar su acceso a agua potable en una región escasamente provista de este recurso. Además, como hicieron para enfrentar la carencia de la tecnología adecuada para abordar este desafío.
Ellos usaban plantas para purificar el agua
La mayoría de las ciudades Mayas estaban construidas en regiones donde la presencia de agua superficial era escasa, una particularidad que sigue siendo evidente en esas zonas hasta el presente. Con el propósito de superar esta limitación, idearon sistemas de embalses, canales y depósitos de almacenamiento. A lo largo del tiempo, los embalses experimentaron cambios, aumentando tanto en tamaño como en complejidad.
Los expertos descubrieron que empleaban complejos sistemas de filtración mineral para purificar el agua. No obstante, investigaciones recientes indican la existencia de aspectos más avanzados en dicho proceso.
Según las descripciones que hizo Lucero en Proceedings of the National Academy of Sciences, ellos usaban un sistema de purificación del agua basado en plantas. Utilizaban plantas acuáticas, como la espadaña, el carrizo o la juncia, para eliminar del agua, el fósforo y el nitrógeno. Después de cierto tiempo, reemplazaban las plantas y las que retiraban se convertían en fertilizante para los campos sembrados.
Asimismo, no solo usaban plantas acuáticas para purificar el agua, sino que también las empleaban para controlar la pureza del agua. Por ejemplo, una planta como la flor de agua (Nymphaea ampla), solo florece cuando el agua está realmente limpia, y era su método para saber que el agua era potable.
Los métodos Mayas pueden mejorar el futuro del suministro de agua
Lucero sostiene la creencia de que es posible contribuir a la mejora del futuro del suministro de agua para la humanidad al adoptar los métodos empleados por los Mayas. En su opinión, “los beneficios de los humedales artificiales superan ampliamente a los sistemas tradicionales de tratamiento de aguas”.
Aplicar la estrategia utilizada por los Mayas implicaría la adopción de un sistema económico de baja tecnología que resultaría en ahorros significativos de energía. No obstante, es importante destacar que durante el periodo histórico de los Mayas, no enfrentaron los desafíos de contaminación asociados al estilo de vida moderno.
