Los incesantes impactos que sufrió la Luna
¿Qué tan porosa es la Luna? Hace muchos millones de años, tenía un tercio de porosidad que una piedra pómez. Esto se debió a los incesantes impactos que sufrió la Luna. Destrozaron gran parte de la corteza. Los científicos del MIT lo descubrieron.
Impactos sobre impactos
El estudio está en ‘Nature Geoscience’. El feroz bombardeo ocurrió hace unos 4.400 millones. Asteroides y cometas masivos golpeaban la luna y otros cuerpos terrestres infantes. Este periodo terminó hace unos 3.800 millones de años. En la Luna quedó una cara fuertemente craterizada y una corteza agrietada y porosa.
El ataque continuado de impactadores más pequeños compactó su superficie. Sirvieron para apretar y compactar algunas de las grietas y fallas existentes en la luna. Estiman que la luna experimentó el doble de impactos de los que se pueden ver en la superficie.
«Las estimaciones anteriores son mucho más altas. No fue así”. Lo dice en un comunicado el coautor del estudio Jason Soderblom, científico investigador del MIT.
«Lo que vemos en la superficie ya no es un registro de todos los impactos que ha tenido la Luna. En algún momento, los impactos fueron borrando los impactos anteriores”, señala Soderblom.
Usaron los cráteres más jóvenes con la mayor porosidad actual como punto de partida. El equipo estudió los 77 cráteres en orden cronológico, basándose en sus edades previamente determinadas. Para cada cráter, el equipo modeló la cantidad en que la porosidad subyacente fue cambiando.
Porosa como pómez
Estas simulaciones mostraron una clara tendencia. Al comienzo del bombardeo pesado de la Luna, hace 4.300 millones de años, la corteza era muy porosa. Alrededor del 20% (la porosidad de la piedra pómez es de entre el 60% y el 80%). Hace cerca de 3.800 millones de años, la corteza se volvió menos porosa. Se mantiene en su porosidad actual de alrededor del 10 por ciento.
Este cambio en la porosidad es por impactantes más pequeños compactando una corteza fracturada. Los incesantes impactos que sufrió la Luna fueron modificando su estructura interna. Nuestro satélite no termina aún de contarnos todos sus secretos.