Los cerebros más grandes, ¿son más inteligentes?
Al contrastar el cerebro humano con el de simios y otros animales afines, las diferencias son principalmente fisonómicas, destacando el tamaño. Sin embargo, para comprender la singularidad de la inteligencia humana, la ciencia se adentra en nuevas áreas de investigación. Explora no solo la morfología, sino también los aspectos genéticos, el «cableado» neuronal y la complejidad funcional. Este enfoque más holístico permite una comprensión más completa de lo que impulsa la inteligencia humana más allá de la teoría de que los cerebros más grandes son más inteligentes.
Algunas teorías del pasado son erróneas
Algunos científicos del pasado cometieron errores en nombre de la ciencia. Quizá no lo hicieron intencionalmente, sino porque estaban convencidos de sus teorías. Uno de ellos fue Arthur Keith, un célebre anatomista y antropólogo que vivió a principios el siglo XX.
Decía que el hombre era originario de Europa y no de África, como sabemos hoy. Sin embargo, Keith era un acérrimo racista y mezcló la ciencia con esas ideas, lo que lo llevó a formular teorías erróneas.
Keith argumentaba que el hombre se diferenció de los otros primates cuando su cerebro se hizo más grande. El Homo, según el científico, debía tener un cerebro con un volumen mínimo de 600 a 750 centímetros cúbicos. Tamaño que para el Homo sapiens, o sea nosotros, debía estar en 900 cm³. Según su argumento, los cerebros más grandes son más inteligentes, un cerebro más pequeño no podría tener el poder para razonar lógicamente.
¿Es el tamaño lo que más importante?
Si bien es cierto que el Homo sapiens tiene un cerebro más grande, la ciencia actualmente está investigando este tema desde otra perspectiva. La evidencia surge desde los campos de la neurociencia y la genética. Partiendo de esos puntos de vista, el tamaño del cerebro no es el factor que determina la inteligencia.
El tamaño del cerebro humano es grande, incluso comparado con el resto de nuestro cuerpo. También es cierto que es el más grande de entre todos los primates. En los últimos seis millones de años, nuestro cerebro no ha parado de crecer gracias a la evolución.
Sin embargo, los cambios en el “cableado” de nuestro cerebro, la forma en que se activan y desactivan ciertos genes o el funcionamiento de nuestras neuronas, son tan importantes, o más, que el tamaño de nuestro cerebro.
En comparación, nuestro cerebro, que tiene un peso de aproximadamente 1,5 kg, es de dos a tres veces más pequeño que el de un elefante. Y hasta seis veces que los de las ballenas y delfines.
Características de nuestro cerebro
Nuestro cerebro tiene una complejidad mayor, con 86 mil millones de neuronas y 85 mil millones de células no neuronales. Representa el 2% de nuestra masa corporal, y consume cerca del 20% de nuestras calorías.
Los humanos y los chimpancés comparten el 99% del ADN. No obstante, la diferencia entre ellos no es únicamente de ese 1%.
Los genetistas identificaron zonas del genoma que los diferencia radicalmente y que son exclusivas de los humanos. Muchas de esas zonas pueden desempañar funciones en nuestro cerebro.
Por lo que dice actualmente la ciencia, los cerebros más grandes no determinan mayor o menor inteligencia.