Lipedema y celulitis: ¿es lo mismo?
Cuando llega la temporada de calor, comienzan las preocupaciones por nuestra apariencia física. Los trajes de baño dejan ver partes que con el frío del invierno están ocultas. Es la temporada de dietas y tratamientos para vernos mejor. Aunque el foco de atención en las mujeres es la zona de los glúteos y las piernas. En ese momento, crecen las consultas sobre celulitis y lipedema, dos trastornos que no son iguales y tienen sus diferencias. Aunque lo relacionan con la medicina estética, es un problema que afecta y disminuye el bienestar general de la persona.
¿Qué es el lipedema?
El lipedema es una enfermedad progresiva del tejido graso. Provoca acumulación desproporcionada, simétrica y atípica de tejido adiposo. Esta acumulación grasa se localiza en glúteos, abdomen y piernas. En etapas más avanzadas, puede concentrarse también en los brazos. Afecta a la grasa amarilla, que es la más profunda. Por el contrario, la celulitis es más superficial.
El lipedema tiene su origen en problemas hormonales y genéticos y no responde a tratamientos con ejercicio físico ni dieta alguna. Por su parte, la celulitis se origina, entre otros factores, por una mala alimentación, el sedentarismo, entre otros. La ejercitación física y las dietas son muy buenas para combatir la celulitis.
Es una afección que causa dolores en la zona localizada. También es común la aparición de hematomas. Esta enfermedad no está asociada a la obesidad. Muchas mujeres que la padecen, no son obesas.
El lipedema es hereditario y aparece en la pubertad y adolescencia, cuando comienzan los cambios hormonales en la mujer. Por esa razón, se relaciona con los estrógenos y la progesterona.
Al no relacionarse con la obesidad, el perder peso no reduce la inflamación en las zonas afectadas. Incluso, al hacer ejercicio físico se siente un dolor muy fuerte en las zonas donde se localiza.
También es una de las causas de aparición de “arañitas” vasculares en los laterales de los muslos, por la presión en los vasos subcutáneos. Suelen aparecer también los hematomas ya mencionados en el párrafo anterior, aun sin recibir golpe alguno.
Celulitis y las diferencias con el lipedema
La celulitis es una alteración del tejido subcutáneo. Aparece por la acumulación de líquido o toxinas, lo que provoca un aumento del tejido adiposo. Por lo irregular que se ve la piel, se la conoce como “piel de naranja”.
La celulitis tampoco está asociada a la obesidad. Hay casos registrados en mujeres con piernas delgadas. Las células adiposas aumentan su tamaño, comprimiendo los tejidos que las rodean.
Al aumentar la dificultad circulatoria, se acumulan proteínas y plasma estancándose en el tejido subcutáneo. Al no drenar las proteínas, el tejido comienza a acumular agua, lo que produce edema y presión en la zona. Las proteínas acumuladas generan colágeno, favoreciendo que los adipocitos se agrupen formando nódulos grasos. Con el tiempo, hace su aparición la llamada piel de naranja.