Las patatas fritas pueden ser tan adictivas como la marihuana
Las comidas grasas producen mucha satisfacción y es muy difícil dejar de comerlas, como si fueran una droga, según el estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La prueba de la verdad la podéis llevar a cabo ahora mismo. Cogéis una bolsa de patatas, la abrís e intentáis comer solamente una de ellas. ¿Duro verdad? Algo os impulsaré a comer otra, y otra, y otra más. Incluso es posible que os ventiléis la bolsa entera. El estoicismo y la fuerza de voluntad se debería medir por esta clase de parámetros.
No en vano, cuando una sustancia grasa es ingerida, genera una señal que viaja primero al cerebro y sucesivamente atraviesa el nervio vago, llega al intestino y estimula la producción deendocannabinoides en el intestino, llamadas así porque tienen efectos similares a los cannabinoides que presenta la marihuana