La teoría de la Panspermia podría explicar el origen de la vida
El origen de la vida en la tierra es un tema todavía no resuelto. Científicos, investigadores y arqueólogos comprenden su desarrollo, aunque no su origen. Y no es una cuestión que se resolverá con facilidad, quizá nunca se resuelva. Sin embargo, ¿cuál fue el disparador para que hombres, animales y plantas evolucionen hasta hoy?. Existe una explicación en la teoría de panspermia.
¿Qué es la teoría de la Panspermia?
La etimología de la palabra panspermia viene del griego, pan que significa todo, y spermia que significa esperma o semilla. Esta hipótesis trata de que la vida se originó en el universo, es decir, fuera de la tierra. El origen de tal teoría no es nuevo. Se remonta a la época del reino del Antiguo Egipto. Además, se puede ver en los dichos del filósofo Anaxágoras, en el hinduismo temprano y en teorías de los gnósticos judíos y cristianos.
Estas antiguas hipótesis planteaban que el universo está rebosante de semillas. De hecho, la vida en la tierra tuvo su origen allí. Pensadores actuales, creen que la vida en el cosmos existe y que puede trasladarse por el espacio de un lugar a otro. Es una interesante teoría, aunque, como el origen de la vida, nunca ha sido probada.
Sin embargo, muchos descubrimientos recientes le dan cierta veracidad. Científicos del MIT y de la Universidad de Harvard, avalan la permeabilidad de esta teoría. Estudian la hipótesis de la panspermia desde hace poco más de una década. Incluso utilizan fondos aportados por la NASA.
El aporte de la NASA tiene un fin específico
El objetivo es construir un dispositivo para enviar a Marte. La meta es que pueda detectar ADN o ARN primitivo en ese planeta. De alguna forma, buscan si la vida, en alguna de sus formas, fue trasladada allí desde el cosmos.
Lo que sí se conoce de la vida es que puede adaptarse de manera eficiente a cualquier entorno. Como las bacterias y las arqueas, que pueden modificarse y amoldarse a cualquier condición. Desde ya, hay microbios capaces de sobrevivir alimentándose de azufre, amoníaco y hasta sin rastros de oxígeno.
Existen extremófilos capaces de sobrevivir a más de 100° C en las termas marinas. Otros lo hacen en la Antártida con temperaturas extremas bajo cero. Sobreviven a la desecación de los desiertos entrando en letargo y cubriéndose de esporas.
Los meteoritos puede ser el transporte de las bacterias en el Espacio
Los extremófilos podrían, colonizar otros planetas viajando en meteoritos. De hecho, en las naves terrestres lanzadas al espacio, se descubrieron bacterias. Estas Tersicoccus Phoenicis pueden haber ya colonizado la Luna o Marte con los vehículos enviados desde la tierra.
Además, encontraron más de 300 meteoritos provenientes de Marte en la Tierra. Lo mismo que rocas de la Tierra en la Luna. Es decir, que el intercambio rocoso interplanetario es frecuente. Las bacterias pueden viajar por el espacio rodeándose de esporas. Son aptas para resistir el calor más intenso y también lo inverso. Soportan la sequía, el ácido, la falta total de oxígeno y los rayos ultravioleta.
Sin embargo, la radiación ionizante es fatal para el ADN. No obstante, el Deinococcus resistió tres años en el espacio sin que dicha radiación lo amenace. El origen de la vida seguirá siendo una incógnita a largo plazo. La panspermia es solo una hipótesis más y que, como otras, deberá probarse algún día.