La Talidomida cumple 60 años y sus víctimas siguen sin respuesta
Hace 60 años, miles de bebés nacieron con deformidades gravísimas a causa de un medicamento, la Talidomida. Solo la dosis de una sola tableta ingerida durante el embarazo, era suficiente. Este 2021 se cumplen seis décadas de que fuera retirada del mercado, aunque la justicia nunca llegó para las víctimas de la Talidomida.
La historia de la Talidomida
La empresa responsable que la creó y comercializó en el mundo fue la farmacéutica Grünenthal. Pidió disculpas el 9 de septiembre de 2012, 50 años después de causar un daño irreparable a miles de personas. En el mismo acto de “disculpas” quedó inaugurado un monumento en Alemania con una escultura tétrica. Una niña sin brazos y con malformaciones en sus pies realizada en bronce.
Son muchos los sobrevivientes de aquella tragedia que pudo haberse evitado. De todas formas, no parece sincero pedir disculpas cuando en su momento se negó un resarcimiento económico y se le negó el apoyo a las víctimas.
Población de diferentes países fue afectada
Casi 10 mil niños nacieron con deformidades en todo el mundo a causa de la talidomida. Solo en Alemania fueron 5 mil de ellos. El fármaco lo sintetizó en el año 1953, Wilheim Kuntz que trabajaba en los laboratorios Chemie Grünenthal. El nuevo fármaco tenía propiedades sedantes e hipnóticas. Fue un gran sustituto para los barbitúricos.
En 1957 se autorizó la venta comercial para el tratamiento de las náuseas y los vómitos durante el embarazo. En Alemania, Inglaterra y Canadá aceptaron el medicamento. También lo exportaron con otros nombres (más de 80 diferentes) a 50 países de todo el mundo. En Francia y Estados Unidos detectaron que producía efectos indeseables y por eso no lo autorizaron. A partir de 1959 se comercializó en España como principio activo de otros medicamentos.
Un alerta médica impidió que el problema continuara
El primer caso documentado fue en 1957 con un bebé que nació con deformidades. En los siguientes cinco años se registraron 3000 nacimientos con distintas malformaciones. Entre las deformidades se encontraron la amelia, que es la falta de todo un miembro; la focomelia, que es el acortamiento de brazos y manos o la ausencia de dedos. Sin embargo, el medicamento permanecía en el mercado.
Un médico australiano fue quien dio el primer alerta a la empresa británica de licencias Destillers. En simultáneo, un médico de Hamburgo comenzó a investigar los casos de deformaciones que involucraban la talidomida.
En 1961 este médico alemán comunicó sus sospechas a la farmacéutica Grünenthal. La empresa no solo se negó a investigar, sino que amenazó al ministerio que le prohibiese la venta con una demanda judicial. El 29 de noviembre de 1961 se prohibió la talidomida debido a que el periódico Welt am Sonntag publicó las sospechas.
Aunque en España siguió comercializándose hasta enero de 1963. La cifra exacta de víctimas no se conoce con exactitud, aunque se cree que fueron unos 10 mil los bebés afectados. El mayor problema es que no existen registros que documenten esos nacimientos y ni la alta tasa de mortalidad. En España, se supone que fueron entre 1500 y 3000 los nacimientos con deformidades. A 60 años de la prohibición, nada cambió para las víctimas de la talidomida.