La misión que irá más lejos en el espacio
Más allá del Sistema Solar: Interstellar
Hace casi cinco decenios, las sondas Voyager empezaron un largo viaje. Luego de enviar imágenes de Júpiter y Saturno, salió del Sistema Solar. Fue más allá de la heliosfera, la burbuja que protege nuestro sistema. Desde allí, sigue enviando datos, aunque su tecnología es limitada. Por eso se pensó en una nueva sonda: la misión que irá más lejos en el espacio todavía. Y esa será la sonda Interestellar Probe.
Más veloz, más lejos
Tardaría unos 15 años en alcanzar el límite de la heliosfera. Las Voyager tardaron 35 años. La vida útil de la sonda será muy larga: 50 años o más. Llegará a unas 1.000 unidades astronómicas del Sol (es decir, 1.000 veces la distancia que hay entre la Tierra y nuestra estrella). Son 150.000 millones de kilómetros. ¡Diez veces más lejos que las Voyager!
«La nave visitará el espacio interestelar local desconocido. Irá donde la humanidad nunca ha llegado antes», afirma a través de un comunicado Elena Provornikova. Es líder de heliofísica de la sonda interestelar del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins en Maryland, donde se están llevando a cabo los primeros esbozos de la misión. «Por primera vez, podremos tomar una fotografía de nuestra vasta heliosfera desde el exterior. Sabremos cómo se ve nuestro hogar en el Sistema Solar».
Team de larga distancia
«Solo cinco naves espaciales han escapado del campo de gravedad del Sol para salir del Sistema Solar. Pioneer 10y 11, Voyagers 1 y 2 y New Horizons», explican en su web. Ahora, como parte de la misión que irá más lejos en el espacio, buscan una sonda «autónoma, compacta y liviana. Suficientemente robusta para recopilar datos y comunicarse con los operadores en la Tierra». La fuente de energía de referencia será un generador termoeléctrico de radioisótopos. Brindará una alimentación energética estable a través de grandes distancias.
«La misión planea tomar ‘imágenes’ de nuestra heliosfera utilizando átomos neutros energéticos. Quizás incluso observar la luz de fondo extragaláctica de los primeros tiempos de la formación de nuestra galaxia. Algo que no se puede ver desde la Tierra», explica Provornikova. Esperan «ofrecer pistas sobre cómo otras estrellas de la galaxia interactúan con sus vecindarios interestelares».
Llevan tres años en crear el proyecto que será presentado a finales de año en un informe a la NASA. Pronto darán más detalles sobre la potencial ciencia que Interestellar Probe podría llevar a cabo.