Muchas cosas se diseñan para que duren un tiempo determinado y luego dejen de ser útiles, es la llamada obsolescencia programada
La obsolescencia programada u obsolescencia planificada es un término que apareció en 1932. Como referencia más cercana y notable a la obsolescencia programada tenemos un buen ejemplo como lo son las bombillas, que pudiendo durar cientos de años, se fabrican las bombillas de tal forma que no duren más de 2 años, por ejemplo. O como también pasa con las medias, que se rompen de forma fácil para que tengas que volver a comprarlas. Por lo tanto, la obsolescencia programada beneficiará al fabricante para continuar distribuyendo el producto pues al final terminarán por romperse, por lo tanto podría considerarse un lucro económico inmediato, dejando en segundo plano temas medioambientales como lo es el agua, el aire, el ambiente que por esta obsolescencia se contribuye a «manchar» más estos ámbitos al producir más basura obsolescente.
Un ejemplo de una bombilla que no debieron implantarle la obsolescencia programada, como ya lo comentamos en éste nsn «Existe una bombilla que lleva encendida 111 años«