Es una enana blanca (el cadáver denso y caliente de una estrella similar al Sol). Hace poco, se calculó que se acercaba al Sol, lo que podría ser catastrófico. ¿Cuál es la verdad respecto a la estrella errante que se acerca al Sol?
Observaciones con el Very Large Telescope (VLT) lo descartan. En el 2022, se dijo que en aproximadamente 29000 años estaría peligrosamente cerca de nuestro sistema solar. Se le llamó WD 0810-353. Su velocidad se determinó utilizando un espectro de su luz.
Velocidad errada
Pero la presencia de un fuerte campo magnético puede tener un efecto profundo en el espectro de una estrella. Podría dividir sus líneas espectrales en varias y desplazándolas a otras longitudes de onda. Este aspecto no fue tenido en cuenta en el primer estudio.
En la nueva investigación se usó el Observatorio Paranal en el desierto de Atacama en Chile. Esperaban capturar espectros de alta precisión de la enana blanca. Se descubrió que la velocidad de la estrella previamente informada podría explicarse por el campo magnético.
«Descubrimos que la velocidad de aproximación medida por el proyecto Gaia es incorrecta. El encuentro cercano previsto en realidad no va a ocurrir», dice Stefano Bagnulo. Es astrónomo del Observatorio Armagh y coautor del estudio, publicado en The Astrophysical Journal. «De hecho, es posible que ni siquiera se esté moviendo hacia el Sol».
Posibles colisiones
Los encuentros cercanos con nuestros vecinos estelares no son infrecuentes en nuestro valiente Sistema Solar. Pero el resultado de tal encuentro puede variar significativamente. Se cree que más de 40.000 estrellas pueden haber atravesado la nube de Oort (una capa gigante de restos helados en el extremo distante del Sistema Solar). Nuestro intruso más reciente es la estrella de Scholz. Visitó esta región hace unos 70.000 años, justo cuando nuestros antepasados daban sus primeros pasos fuera de África, informa el ESO.
La estrella errante que se acerca al Sol puede ser una falsa alarma. No quiere decir que no pueda suceder en el futuro. Los objetos de la nube de Oort están ligeramente unidos a la Sistema Solar. Solo se necesita un ligero empujón gravitacional para alterar sus órbitas. A medida que otras estrellas pasan a través de la nube de Oort, es posible que envíen algunos de los objetos allí en curso de colisión con la Tierra.
