El kuru es una enfermedad causada por un prión (una proteína alterada) que se produce cuando una persona (en este caso podríamos hablar de caníbal) ingiere tegidos cerebrales humanos.
Esta enfermedad se dio especialmente en una tribu nativa de Nueva Guinea, ya que las prácticas rituales de dicha comunidad implicaban cocinar y comerse los cerebros de los muertos para adquirir su sabiduría. Afectó sobre todo a las mujeres, ya que eran ellas quienes cocinaban los cadáveres.
Aunque la enfermedad puede incubarse durante nada menos que treinta años, una vez se desarrolla es letal en el plazo de un año.
De hecho, la palabra kuru es de su idioma, quiere decir «temblar de frío y miedo» ya que esos eran los primeros síntomas. A ellos se le suman perder coordinación y poco a poco la capacidad de movimiento, locura, depresión emocional y úlceras cutáneas, entre otros, y por último la muerte entre convulsiones.
Afortunadamente, se considera erradicada tras investigarla y convencer a los miembros de la tribu de cesar en sus prácticas.
