La contaminación lumínica afecta los ecosistemas nocturnos
La iluminación nocturna fue un gran avance desde que se descubrió la electricidad. A más de 100 años, hoy, la contaminación lumínica está cambiando los ecosistemas nocturnos. Resulta ser un problema que no tenían previsto. Según informes científicos, la iluminación artificial, con la llegada de la luz LED, está creciendo a razón de un 10% cada año. Esto provoca una disrupción en los ciclos naturales de luz que fueron constantes desde el nacimiento de la vida en la Tierra.
Influencia de la contaminación lumínica en los ecosistemas
El Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad Halle-Jena-Leipzig y la Universidad de Jena realizaron la investigación. Se trata de un estudio basado en como influye la contaminación lumínica en los ecosistemas completos, y no solo en la salud humana o en especies individuales, como investigaron hasta ahora.
Según la científica Myriam Hirt, de la Universidad de Jena, “las especies no viven aisladas, sino que interactúan de variadas formas”. El objetivo del estudio es comprender cómo el brillo del cielo nocturno afecta a ecosistemas completos. Para su mejor comprensión, crearon distintos tipos de ecosistemas en un laboratorio.
En uno de esos ensayos, los biólogos demostraron que los efectos de la luz artificial afectan a las comunidades que prosperan bajo tierra. Influyendo en la aireación de los sustratos y en la eficacia del uso del carbono.
También demostraron que la luz artificial influye en la vida de los insectos y, entre otras cosas, despierta en ellos un mayor hábito cazador. Asimismo, la iluminación también modifica el comportamiento de las plantas y sus características, por ejemplo, la mayor vellosidad en sus hojas. Incluso hay especies que cambian el color de sus hojas, como ocurre con las poinsettias, que cuando están expuestas a horas de oscuridad, sus hojas dejan de ser verdes y se ponen rojas, que justamente es el mayor atractivo de esa planta.
Diferentes especies modifican sus hábitos por causa de la luminosidad nocturna
La luminosidad nocturna provoca que el cielo nocturno se ilumine, sobre todo en los grandes centros urbanos. Los científicos confirman que la luz artificial cambia los hábitos de las especies y provoca cambios en los períodos de actividad de las mismas.
Esto puede tener influencia en la misma existencia de las especies. Según el estudio, cambiar la actividad de especies que son diurnas o crepusculares a una nocturna, puede afectar tanto a una especie, al punto que puede llevarla a la extinción.
En otra parte del estudio, los investigadores descubrieron que la iluminación artificial también puede desencadenar un efecto dominó que también involucra a los humanos. Un ejemplo de ello puede ser su influencia en las costumbres de los mosquitos.
Estos insectos son de hábitos nocturnos, en la búsqueda de huéspedes para alimentarse, en su apareamiento y en las horas de vuelo. Las consecuencias de estos cambios de comportamiento pueden afectar a los humanos por la transmisión de enfermedades como la malaria o el dengue.
Si bien no existe una solución inmediata para este problema, una de ellas podría ser bajar la intensidad en áreas donde la iluminación no es necesaria.