La bacteria más grande jamás vista
Apareció en un manglar del Caribe Es la bacteria más grande jamás vista. ¿Cómo creció tanto? Se trata de Thiomargarita magnifica, 5.000 veces más grande que la mayoría de las bacterias. Su nombre hace referencia a la palabra latina para ‘grande’ y a la palabra francesa magnifique.
«Para ponerlo en contexto, sería como si un humano se encontrara con otro tan alto como el monte Everest». Lo dijo el autor principal del estudio, el biólogo marino Jean-Marie Volland. La T. magnifica mide un centímetro de longitud. Fue descubierta en las exuberantes islas de Guadalupe en 2009.
Fideos extraños
El biólogo halló algo extraño. Unos hilos finos, parecidos a los fideos, visibles a simple vista. Flotaban sobre las hojas y la tierra. Años después, varios investigadores analizaron bajo microscopios a los extraños procariotas. Se confirmó que se trataba en realidad de una gigantesca bacteria unicelular.
El 23 de junio el equipo publicó sus resultados en Science. Reveló las razones por las que esta bacteria alcanza ese colosal tamaño.
Los más grandes organismos pluricelulares, los eucariotas, suelen tener orgánulos cerrados por membranas en sus células. Las bacterias pertenecen al grupo de los procariotas. Se consideran «bolsas de enzimas sin compartimentos». No tienen membranas internas que separen el material genético.
T magnifica se desmarca de esa tendencia. Tiene membranas internas para almacenar el ADN y los ribosomas. Los investigadores decidieron llamar a estos diminutos orgánulos bacterianos «pepinos».
«Segrega su material genético en orgánulos unidos a la membrana. Desafía nuestro concepto de célula bacteriana», escriben los autores del estudio.
Sin restricciones
Como T. magnifica tiene más membranas internas para jugar, puede distribuir las máquinas proteicas. Estas fabrican la fuente de energía de las células, el ATP (adenosín trifosfato). Otras bacterias no tienen membranas internas. Solo tienen un lugar para colocar las máquinas generadoras de ATP. Es la envoltura celular que encapsula todo el organismo.
Pero es difícil transportar esta energía muy lejos. Esta restricción limita el tamaño de la mayoría de las células bacterianas. Pero la bacteria más grande jamás vista supera todas las expectativas.