Investigadores de agujeros negros ganan Nobel
Premio Nobel de Física 2020
Intrigan a la Física tanto como la seducen. Son los agujeros negros. No se sabe qué hay dentro de ellos, y ese misterio es inquietante. Pero también es materia de muy serios estudios. Por eso, Andrea Ghez se convirtió en la cuarta mujer en la Historia que recibe es el Nobel de Física. Se le otorgó en conjunto con Reinhard Genzel y Roger Penrose. Son los científicos investigadores de agujeros negros, y la Academia los decidió premiar.
Develando secretos
Por algo, esta misma Academia dice de los agujeros negros son: «los secretos más oscuros del Universo». Penrose pertenece a la Universidad de Oxford. Demostró con ingeniosos métodos matemáticos que la teoría general de la relatividad conduce a la formación de agujeros negros. Son unos monstruos súper masivos que capturan todo lo que hay a su alrededor, incluida la luz. Fueron sugeridos por primera vez en 1916 por el alemán Karl Schwarzschild y ni el mismo Einstein creía que algo así podía existir.
Pero Penrose los describió en detalle. En su corazón, afirmó, esconden una singularidad en la que cesan todas las leyes conocidas de la naturaleza. Su innovador artículo todavía se considera la contribución más importante a la famosa teoría desde Einstein.
Genzel y Ghez lideran, cada uno de ellos, un grupo de astrónomos que, desde principios de la década de 1990, se ha centrado en una región llamada Sagitario A*. Está en el centro de nuestra galaxia. Ambos encontraron un objeto invisible extremadamente pesado. Nada menos que cuatro millones de masas solares. Y tira del revoltijo de estrellas, haciéndolas correr a velocidades vertiginosas. Es «la evidencia más convincente», según el Instituto Karolinska de Estocolmo, de la presencia de un agujero negro supermasivo.
Además, Genzel y Ghez desarrollaron métodos para ver a través de las enormes nubes de gas y polvo interestelar hasta el centro galáctico. Quizás es posible que pronto veamos directamente a Sagitario A*.
Abriendo paso
El presidente de la Academia se refirió al premio que obtuvieron los investigadores de agujeros negros. «Sus descubrimientos abren nuevos caminos en el estudio de objetos compactos y supermasivos. Estos objetos exóticos todavía plantean muchas preguntas que motivan la investigación futura. No solo preguntas sobre su estructura interna. Sino también sobre cómo probar nuestra teoría de la gravedad en las condiciones extremas en las inmediaciones de un agujero negro», ha dicho David Haviland.
Todavía queda mucho por saber sobre los agujeros negros, como por qué la teoría general de la relatividad no funciona en la singularidad. Esto requerirá unir los dos pilares de la física, la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica. Andrea Ghez anima a las estudiantes a perseguirlo. «Espero inspirar a otras mujeres jóvenes en este campo. Si te apasiona la ciencia hay mucho que se puede hacer», ha dicho tras la ceremonia en Estocolmo. «Es muy importante convencer a la generación más joven de que su capacidad de cuestionar y pensar es crucial para el futuro del mundo». Quizás quien siga sus pasos pueda resolver los misterios aún en la oscuridad y merecer otro Nobel de Física.