Insulina a través de células humanas
Días atrás os comentábamos como un páncreas artificial ayudaría a diabéticos en Estados Unidos a administrarse automáticamente la insulina cuando el cuerpo lo necesitase. También, en el mismo artículo, mencionábamos como una investigación consiguió «productores» de insulina a través de células humanas. Hoy os contamos cómo.
Científicos del Instituto de Gladstone y la Universidad de California han logrado convertir células de piel humana en células productoras de insulina del páncreas. El nuevo estudio, publicado en Nature Communications, revela que este nuevo enfoque de reprogramación celular no sólo funciona, sino que tiene el potencial de ser ampliado con el fin de producir miles de millones de estas células de una manera cuidadosa y controlada, ayudando a tratar a las personas que sufren de diabetes.
Un avance clave en un área de investigación llamada «traslacional», que está teniendo hallazgos en la investigación médica y están poniéndolo en práctica en tratamientos significativos para los pacientes. Para lograr estas células pancreáticas productoras de insulina, los investigadores utilizaron células madre, células indiferenciadas que pueden convertirse en células más específicas. En esta investigación en particular, los investigadores esperaban probar una nueva técnica con el fin de hacer el proceso de conversión más eficiente. En primer lugar, escogieron las células de la piel humana, ya que es una abundante fuente y de fácil acceso. Tras esto, utilizaron unos químicos farmacéuticos, para hacer «involucionar» el tejido superior en tejido del endodermo, el tejido más interno de las tres capas en las que se dividen los tejidos del embrión animal.
Tras esto, los científicos «convencen» a las células para convertirse en pancreáticas. Después, las células comienzan a dividirse, llegando a una tasa de replicación increíble. Pero cabe recalcar que, aunque el cáncer es la división incontrolable de células, éstas no mostraron ninguna evidencia de formación de un tumor maligno, y mantuvieron su identidad como células de órganos específicos. Después de un poco de «persuasión química», estas células fueron dirigidas para convertirse en células pancreáticas que almacenan y liberan insulina.
Se requerirá de experimentos futuros para evaluar su aplicabilidad para el uso médico en pacientes que sufren de diabetes, pero por ahora, significa un logro increíble.