Según un estudio de la Universidad de Iowa (EE UU) al comer cualquier cosa debemos masticarlo intensamente 40 veces para que sea mejor para nosotros mismos.
Al masticas tanto disminuimos el hambre y el deseo de «devorar» la comida con ansia, al comer despacio aumentan los niveles de CCK, una hormona relacionada con la saciedad, y se reduce la concentración de grelina, la hormona que estimula el apetito en el cerebro.
Este estudio se realizo pidiendo a los voluntarios que comieran pizza, a la mitad les dijeron que masticaran 15 veces y al resto les dijeron que masticaran 40 veces. En el segundo grupo dio resultados satisfactorios, redujeron su «gula» al masticar la pizza y también observaron que se favorecía a la absorción de nutrientes durante la digestión.
