Hay más gérmenes en el microondas y los teclados de las empresas que en la taza de un váter
Para llegar a esta conclusión, los investigadores tomaron muestras de 5.000 superficies en despachos de abogados, compañías de seguros, oficinas en fábricas, etc. Y analizaron dichas muestras con un medidor de los niveles de trifosfato de adenosina (ATP), una molécula que se encuentra en todos los animales, vegetales, bacterias, levaduras y hongos. Los altos niveles de ATP están presentes en alimentos u otros residuos orgánicos que quedan en determinadas superficies. Así, mientras más ATP se encuentra en una superficie, más probable es que contenga bacterias y virus. Concretamente, una lectura de ATP de más de 100 sugiere que una superficie necesita una limpieza suave. Un lugar con una lecturas de 300 o más se considerará oficialmente sucio y con alto riesgo de propagación de enfermedades.
En las oficinas, las medidas de ATP superaban la lectura de 300 en las griferías de las cocinas y salas de descanso, las puertas de microondas, los teclados de ordenador, las puertas de los frigoríficos y los botones de las máquinas expendedoras de bebidas y alimentos.