Exoplaneta con anillos 200 veces más grandes que los de Saturno
J1407b es un exoplaneta a una distancia de 133 años luz, y que tanto sus dimensiones como la de los objetos que lo envuelven no han pasado desapercibidos para los astrónomos.
Este exoplaneta, llamado como tal ya que está situado fuera del Sistema Solar, fue descubierto el año 2012 y tiene un tamaño que podría llegar a ser superior al de Júpiter unas 40 veces. Pero su mayor característica y lo que ha centrado las miradas de muchos astrónomos ha sido su sistema de anillos.
Cuando J1407b fue descubierto había una anomalía que mantenía intrigados a aquellos que lo observaron: tenía ciclos de eclipses que llegaban a durar 56 días, demasiado tiempo para estar provocado por otro cuerpo planetario. Para descubrir qué se escondía detrás de estos eternos eclipses de casi dos meses, analizaron los datos que les administró el SuperWap, un proyecto destinado a localizar planetas gaseosos gigantes. ¿Qué provocaban los eclipses? Anillos, como los de Saturno… pero un poco más grandes.
Saturno ha sido uno de los planetas que más ha llamado la atención por su sistema de anillos. No es el único planeta dentro de nuestro sistema que los tiene, ya que Júpiter, Urano y Neptuno los poseen (aunque en un tamaño inferior), pero los de Saturno son fácilmente visibles y de un tamaño importante. Aún así, se quedan algo ‘ridículos’ al lado de los de J1407b, pues este exoplaneta contiene 37 anillos en un ratio de 120.000.000 kilómetros, lo que se traduciría a un sistema de anillos 200 veces superior al de Saturno.
El tamaño de sus anillos es tan sumamente enorme que si estuviese en la misma posición que Saturno, sería visible a simple vista y con un tamaño bastante superior al de nuestra luna. De hecho, se tiene la idea que la masa que forma estos anillos es similar a la que forma la Tierra.
Además, entre anillo y anillo existe una separación bastante considerable, tanto, que entre ellos puede haberse formado satélites que orbitarían al gigante planeta.
«El eclipse que vimos cuando descubrimos el planeta duró varias semanas, pero vimos rápidos lapsos de luz como resultado de las finas separaciones existentes entre los anillos» afirma Matthew Kenworthy, del Observatorio de Leiden.