Desconcertante ilusión óptica pone a prueba la respuesta del cerebro
La interpretación de nuestro entorno y lo que entendemos por realidad inmediata se encuentra condicionada por factores como la costumbre y el contexto sociocultural. Así sucede con diversos aspectos de nuestro desarrollo como personas y también en situaciones cotidianas, lo que puede ser demostrado mediante ilusiones ópticas que ponen a prueba nuestra reacción. La siguiente ilusión óptica es un ejemplo de ello:

Los que no estén acostumbrados a este tipo de ilusiones se preguntarán ¿y cuál es la gracia? Bien, lee lo siguiente y luego vuelve a mirar: el gris de la parte superior y el de la parte inferior son exactamente iguales, pero tu cerebro interpreta los datos y te hace ver uno más oscuro que otro.
Coloca tu dedo en forma horizontal cubriendo el espacio entre el cuadro gris de arriba y el de abajo y verás que son del mismo color. Pero si todavía no te lo crees, aquí tienes una prueba:

Este fenómeno es una ilusión visual conocida como la ilusión de Cornsweet, por el psicólogo experimental que la descubrió, Tom Cornsweet. El fenómeno se produce debido a que lo que vemos no es una copia idéntica de la realidad ni tampoco de lo que registran nuestros ojos, sino una reinterpretación de nuestro cerebro, que acostumbra a tener en cuenta el contexto para entender la realidad.
El cerebro realiza una especie de calibración de la luminosidad. En un fondo más claro, las cosas parecen más oscuras y viceversa. Al juntar dos planos iluminados de distinta forma – y ayudados por la dvisión del medio que ayuda a confundir aún más-, nuestro cerebro hace una valoración global de la escena y un gris nos parece más claro que el otro.
Deja tu reacción