¿El talco causa cáncer?
Después de un juicio de tres semanas de duración en los Estados Unidos, un jurado de Missouri ha ordenado que la compañía farmacéutica Johnson & Johnson paguen la asombrosa cantidad de 72 millones de dólares a la familia de una mujer que falleció el año pasado de cáncer de ovario, una muerte que sus allegados atribuyen a los polvos de talco que fabrica la compañía antes mencionada.
Según informa la BBC, la mujer en cuestión, de 62 años de edad y residente en Birmingham, Alabama, se aplicó el producto durante décadas, sin ser consciente de los potenciales riesgos para salud que tienen, debido a un fallo de etiquetación de la empresa para alertar a los usuarios.
Pero es probable que Jonson & Johnson apele el resultado. Dicho esto, no es el único caso que tiene abierto la empresa: más de 1.200 demandas están pendientes actualmente en el país norteamericano, y es previsible que el resultado del juicio estimule a otras miles más.
Pero, ¿qué hay detrás de estas afirmaciones? Los temores sobre el talco se basan sobre el hecho de que, a la hora de su extracción, puede estar contaminado con amianto, un potente cancerígeno. Es por ello que el talco utilizado para fines cosméticos, como en el maquillaje o el que se aplica a los bebés, debe de estar libre de amianto, un requisito que ha estado en vigor desde los años 70.
Sin embargo, debido a su similitud química con el amianto, el talco ha sido continuamente examinado como un posible agente cancerígeno. Múltiples estudios en los últimos años han asociado la aplicación de los polvos al cáncer genital y el cáncer de ovario. Mientras algunas investigaciones han llegado a la conclusión de que su uso puede aumentar ligeramente la probabilidad de esta enfermedad, sigue siendo un tema controvertido. El diseño de estos estudios se ha planteado como pobre, con un sesgo de selección acusado de ayudar a inclinar la balanza hacia acusar a los polvos de talco como cancerígenos.
Además, la evidencia biológica que apoye este enlace aún no ha sido identificado, y no parece haber ninguna respuesta sobre la dosis. Si el talco es un elemento cancerígeno, se esperaría que una mayor exposición causase un mayor riesgo de desarrollar cáncer, pero aún no se ha observado esta relación.
Por otra parte, surgen preguntas adicionales cuando se considera la vía de exposición. Productos más intrusivos, como los preservativos y los diafragmas, que muchos están recubiertos con talco, no se han asociado con un riesgo mayor de cáncer de ovario. Así pues, clasificarlo como tal sería precipitado e incorrecto.