El síndrome de Cotard hace creer a quienes lo padecen que son zombis
El síndrome de Cotard es un desorden mental muy extraño, relacionado con la hipocondría, que hace que las personas crean que están muertas. Los pacientes llegan a creer que sus órganos internos han paralizado toda función, que sus intestinos no funcionan, que su corazón no late, que no tienen nervios, ni sangre ni cerebro e incluso que se están pudriendo, llegando a presentar algunas alucinaciones olfativas que confirman su delirio (olores desagradables, como a carne en putrefacción), inclusive pueden llegar a decir que tienen gusanos deslizándose sobre su piel.
En sus formas más complejas el paciente llega a defender la idea de que en realidad él mismo está muerto e incluso que han fallecido personas allegadas a él. Junto con esta creencia de muerte el paciente mantiene una idea de inmortalidad, como si se hubiera convertido en un «alma en pena». Aunque es un delirio típico de las depresiones más graves (psicóticas o delirantes) se puede ver en otras enfermedades mentales severas (demencia con síntomas psicóticos, esquizofrenia, psicosis debidas a enfermedades médicas o a tóxicos).
Este síndrome también se ha relacionado con el consumo de un medicamento para curar el herpes llamado aciclovir. El síndrome se ha manifestado, según las investigaciones más recientes, en personas con insuficiencias renales que utilizan el aciclovir. Este medicamento aumenta la cantidad en la sangre de un componente llamado CMMG, que en las personas con problemas renales tarda más en irse. Esta sustancia altera la presión arterial afectando al cerebro, mas concretamente a la zona del cerebro que reconoce los rostros, lo que hace que no vean de la misma manera a sus conocidos. Esto los aleja del mundo y los hace sentir muertos.
El síndrome de Cotard ocurre en tres etapas: germinación, florecimiento y crónica. En la germinación los pacientes sienten depresión, hipocondría y ansiedad; en el florecimiento, los síntomas se agravan, y en la etapa crónica, la visión del mundo está completamente distorsionada.