El primer mono quimérico nació en un laboratorio de Shanghái
En un notable avance científico, investigadores chinos junto al médico español Miguel Ángel Esteban han logrado un hito sin precedentes en el campo de la biología. En el laboratorio de Shanghái, lograron el primer nacimiento de un mono quimérico. Es un organismo compuesto por células de dos embriones de mono distintos. Este logro marca un avance significativo en la creación de quimeras de macaco, representando un hito histórico para la ciencia.
¿Qué son las quimeras?
Las quimeras, como se denominan en la comunidad científica a estos híbridos, toman su nombre del monstruo mitológico que poseía características de múltiples animales. Como, por ejemplo, un animal que combina cabeza de león, vientre de cabra y cola de dragón. O sea que ilustra, la combinación de diferentes características en un solo organismo.
Estos híbridos poseen células o tejidos derivados de más de un cigoto, es decir, tienen una composición genética mixta de dos o más individuos genéticamente distintos. En el contexto científico, las quimeras se crean mediante técnicas de manipulación genética. Fusionan células embrionarias de diferentes especies para estudiar procesos biológicos o para investigar terapias médicas.
Nacimiento del primer mono quimérico
El mono quimérico nació en un laboratorio chino, en Shanghái. Presentaba en varias partes de su cuerpo, las células marcadas con proteína verde fluorescente. Utilizaron células madre humanas marcadas con proteína verde fluorescente, los científicos inyectaron estas células en embriones de mono. Como resultado, doce hembras preñadas dieron a luz seis crías vivas, una de las cuales mostraba un alto porcentaje de quimerismo en varios órganos.
Los investigadores lograron obtener líneas celulares capaces de multiplicarse en el laboratorio a partir de células de embriones de solo siete días. Como resultado, un mono recién nacido mostró un porcentaje alto de quimerismo en varios órganos, alcanzando entre un 21% y un 92% dependiendo del tejido.
Esto representa un avance significativo en la creación de quimeras entre humanos y primates. Según Esteban, este logro permite distinguir un verdadero animal quimérico, con un promedio del 67% de células humanas en su composición.
Es un avance de la ciencia que destaca el potencial de la colaboración internacional en la investigación científica y establece una base sólida para futuros estudios en el campo de la biología molecular y la genética. Sin duda, este logro marcará un antes y un después en la forma en que entendemos y manipulamos la vida en el laboratorio.
Puede ser de gran ayuda en la investigación médica y también en la conservación de especies en peligro de extinción. Aunque la creación de quimeras plantea desafíos éticos y científicos, también ofrece oportunidades emocionantes para comprender mejor las enfermedades y desarrollar tratamientos efectivos.
Representa un avance relevante en la investigación sobre quimeras humano-animal. Aunque este tipo de experimentos abre nuevas posibilidades en la medicina regenerativa y la comprensión de enfermedades humanas, también plantea desafíos éticos y prácticos que es necesario considerar cuidadosamente.