El paracetamol reduce la capacidad para sentir emociones, según un estudio
El Paracetamol (acetaminofeno) es un fármaco ampliamente usado para reducir el dolor y la fiebre. Igual que ocurre con otros medicamentos, su consumo puede tener efectos secundarios no deseados. Hasta el momento se sabía, por ejemplo, que tomarlo en dosis elevadas afectaba de manera negativa al hígado. Y ahora un estudio publicado en Psychological Science, parece demostrar que este fármaco también disminuye la capacidad para sentir emociones, tanto las positivas y como las negativas.
La investigación, encabezada por Geoffrey R. O. Durso, Andrew Luttrell y Baldwin M., se llevó a cabo en la Universidad de Ohio. Se formaron dos grupos de 41 sujetos cada uno. El primer grupo recibió una dosis de 1000 mg de acetaminofeno y al segundo grupo recibió un placebo (un supuesto fármaco).
Una hora después (tiempo necesario para que el paracetamol haga su efecto) se les mostró una serie de imágenes expresamente seleccionadas para inducir fuertes reacciones emocionales. Los sujetos debían evaluar de +5 (más positiva) a -5 (más negativa) su percepción positiva o negativa de la imagen. Tras mirar las imágenes y evaluarlas una primera vez, se les volvió a presentar la secuencia de imágenes de nuevo para una segunda evaluación.
Los resultados revelaron que el grupo que había consumido paracetamol sintió reacciones emocionales menos intensas a las imágenes, es decir, las imágenes negativas fueron evaluadas como menos negativas, y las imágenes positivas fueron evaluadas como menos positivas.
La explicación de estos resultados radica en el mecanismo de actuación del Paracetamol. Este fármaco actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas, mediadores celulares responsables de la aparición del dolor. Estas moléculas derivadas de los ácidos grasos, tienen efectos diversos, actuando sobre diferentes sistemas del organismo, incluido el cerebro.
Otro estudio, llevado a cabo por Naomi Eisenberger, investigadora de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), complementaría los resultados del anterior. Esta investigación reveló que el dolor físico y el dolor social son procesados en las mismas regiones cerebrales. Estas regiones cerebrales se activan de forma similar ante el dolor físico o ante un rechazo social, como puede ser una ruptura de pareja. Además, las personas “que son más sensibles al dolor físico también suelen ser más sensibles al dolor social” concluye la autora de la investigación. Así que no es de extrañar que un fármaco que reduce el dolor físico también lo haga con el dolor emocional.
Si es cierto que el paracetamol afecta a las emociones, ¿también tendrán un efecto sobre las emociones otros analgésicos como la Aspirina o el Ibuprofeno? Seguro que habrá futuras investigaciones en esta linea.